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Las MANIOBRAS MILITARES VOSTOK 22 que realizará Rusia en pocos días más en Siberia, son el tema central de la columna semanal del Club de La Pluma del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, por considerarlas un aviso contundente y poderoso de coordinación militar en armamentos, defensa y seguridad del mundo euroasiático y -a la vez- una respuesta clara y demoledora a las provocaciones de la Anglo Esfera, luego de que en la última cumbre del OTAN de Madrid declararan públicamente que China y Rusia son los adversarios estratégicos a los que hay que impedir su crecimiento e incluso eliminarlos.

Por lo tanto, son unas maniobras que vienen a demostrar la incapacidad de Estados Unidos y sus socios para interferir en el definitivo desarrollo de las potencias emergentes del Sur Global, todo dentro de un conflictivo escenario internacional, con frentes abiertos tanto en Ucrania como en Taiwán, donde las potencias emergentes se defienden de la agresividad desubicada y desbocada de Occidente, que supera la pura competencia económica, comercial, energética, cibernética o espacial, y que tienden a enfrentamientos militares de envergadura, a los cuales las potencias emergentes muestran músculo al no aceptar su rol de dependencia del imperio Anglosajón.

Además, Pereyra Mele señala importantes aspectos estratégicos de estos ejercicios militares que se extenderán también a las islas Kuriles -en litigio con Japón-, al estrecho de Bering, al mar Ártico de Siberia y a las cercanías de Corea. Subrayando la significativa participación de China, también de La India -por primera vez-, como de Bielorrusia y de otros países de la región, que demuestran la coordinación del conjunto de las fuerzas armadas de Asia y su determinación de establecer normas claras y concretas a los desafíos del nuevo giro histórico global y dar respuestas decididas a la agresividad de Estados Unidos y sus socios, en su nueva versión de la “OTAN / Pacífico”.

Además, nuestro director aborda la historia de las maniobras militares VOSTOK desde la época de la URSS, de los años en que no se realizaron y que coincidieron con el derrumbe del sistema y el fraccionamiento del territorio, y de su reactivación en 2018, en paralelo con el resurgir de Rusia como potencia mundial. Además de datos y estadísticas sobre efectivos, armamentos y nuevas tecnologías que sirven para dimensionar el alcance y la envergadura de unos ejercicios militares que por sí solos, dan por tierra a las leyendas mediáticas occidentales que deliran con una supuesta y falsa debilidad militar rusa.

Y finalizando, Pereyra Mele reflexiona sobre las últimas declaraciones de Henry Kissinger: “…Estados Unidos debería dejar de utilizar la herramienta de la agresión porque ello nos conduce fatalmente a un conflicto de dimensiones totalmente increíbles y que pueden llegar al holocausto nuclear”.

Eduardo Bonugli (Madrid, 31/07/22)

Por Níkolas Stolpkin

Todo esto no se trata de Ucrania; todo esto se trata de frenar el desarrollo de un mundo multipolar, el cual señala la decadencia del actual mundo unipolar y sus estructuras.

Ucrania simplemente ha sido el vehículo utilizado por las grandes potencias occidentales, para buscar frenar el creciente ascenso de un mundo multipolar en desarrollo. EE.UU. y sus aliados vasallos han emprendido una dura resistencia por frenar el mundo que amenaza con desplazar su cetro de dominio. Ucrania era el país clave. EE.UU. y sus aliados de la OTAN debían generar las condiciones en Ucrania para que Rusia se viera obligada a intervenir. 2014 fue el año clave para empezar a generar significativamente esas condiciones. Rusia estaría al tanto. Y el pasado 24 de febrero (inicio de la Operación Militar Especial rusa sobre Ucrania) fue la fecha esperada para proceder y deshacerse de la influencia rusa en Europa con las múltiples sanciones aplicadas.

Nunca habíamos sido testigos de semejante lluvia de sanciones por parte de un conjunto de países, muy obedientes al imperio de EE.UU., hacia un solo país (Rusia). Ni siquiera se imaginó la salida en masa de grandes empresas capitalistas de Occidente en suelo ruso.

El nivel de ruptura con Rusia es tal que pareciera ser total. Pero lo curioso es que ese mundo acostumbrado a llevar las banderas de la «democracia» y la «libertad» por el mundo, no han tenido más alternativa que incrementar el fuego abrasador de la guerra que podría desparramarse a nivel mundial.

Pero… ¿Qué fue lo primero que se ha hecho a partir de la entrada en escena de Rusia en Ucrania? Pues no se ha hecho más que incrementar la ayuda militar a Ucrania, dizque para «ayudar al pueblo ucraniano». Lo que habla de un mundo unipolar desesperado por no querer convivir con un mundo multipolar.

Al incremento de la ayuda militar, EE.UU. y aliados al unísono han impuesto medidas draconianas contra Rusia como si de un gran muro de contención se tratara. La idea es que Rusia y su influencia no puedan entrar de ninguna forma en el «amenazado» mundo unipolar.

Pero ¿por qué empezar con Rusia? Para nadie era ajeno que Rusia en estos últimos tiempos estaba forjando, y con buenas intenciones, grandes proyectos con Alemania, en cuanto a energía. Eso a EE.UU. no le gustó para nada, ya que su zona de influencia (en Europa) podía hacerse más dependiente de los recursos energéticos de Rusia. Pero además Rusia era (es) el principal socio estratégico de China, potencia mundial que tiene muy preocupados a EE.UU.

Ucrania ha sido una pieza clave para buscar frenar y debilitar a un actor protagonista del mundo multipolar, pero no significa mucho. Simplemente sirve (Ucrania) de instrumento a los intereses de EE.UU. para intentar salvar su mundo unipolar.

Ciertamente estamos viviendo un momento histórico que podría desembocar en una conflagración mundial o en una Nueva Guerra Fría entre los que defienden el mundo unipolar y los que defienden un mundo multipolar.

Desconocemos hacia dónde se inclinará este momento histórico, pero surgen muchas interrogantes a partir de las consecuencias que hoy estamos observando. No sabemos qué habrá de pasar con la globalización y el dólar; no sabemos cómo habrá de perjudicar internamente a Europa de proseguir las hostilidades hacia Rusia; no sabemos qué habrá de pasar con estructuras como la OTAN, el FMI, BM, ONU…; no sabemos si China caerá en el mismo saco junto a Rusia, etc.

EE.UU. junto a sus aliados están jugando casi todas las cartas por detener el ascenso del mundo multipolar. Por lo que no nos debiéramos sorprender si EE.UU. estuviera hoy madurando las condiciones necesarias en Taiwán para que China, ante las provocaciones, también pudiera intervenir militarmente y sufriera medidas tan draconianas como hoy Rusia está siendo víctima.

Si China cayera en el mismo saco que ha caído Rusia, ¿qué habría de pasar con los vigentes tratados comerciales que hoy mantiene China con países europeos y Latinoamericanos? ¿Los inversionistas estadounidenses también saldrán en masa de China?

El peor escenario sería una conflagración mundial. ¿EE.UU. y aliados están preparados para ello? O mejor: ¿EE.UU. y sus aliados vasallos están dispuestos a aislarse y no acoplarse a un mundo multipolar en desarrollo?

Lo cierto es que el destino de Ucrania es incierto, todo indica que habrá de terminar muy mal y por la tozudez de un comediante (Zelensky), títere del imperio estadounidense. Lo más probable es que Ucrania pierda más de lo que pudo en un principio llegar a un acuerdo con Rusia.

Níkolas Stolpkin. Analista político nacional e internacional – Political Analyst – Crítico de política y Cultura Contemporánea.

Fuente CEPRID https://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article2703

Por Sourabh Gupta; East Asia Forum

En los 14 meses transcurridos desde su primera cumbre a nivel de líderes, el Quad (1) ha pasado de ser un objeto brillante con un potencial tentador a una llanta de repuesto usada de dudoso valor.

La función de disuasión marítima anti-China del Quad fue usurpada por la asociación trilateral AUKUS en septiembre de 2021. La inclinación pro-Moscú de Nueva Delhi en el conflicto de Ucrania ha empañado el marco de democracia versus autocracia de la agrupación. Y la geoeconomía del Quad y las funciones de la cadena de suministro “China-menos” están a punto de ser canibalizadas por el Marco Económico del Indo-Pacífico.

Desde 2017, el Quad ha aspirado a una identidad más estructurada que conserva su propósito original como un mecanismo de coordinación ad hoc, compuesto por democracias, construido en torno a una agenda funcional de interés mutuo de cuatro vías que confiere importantes bienes públicos a la región en general. También busca definirse tanto por lo que es —una “asociación de democracias afines” que promueve un “Indo-Pacífico libre de coerción, intimidación y represalias económicas”— como por lo que no es : “una alianza de seguridad, una OTAN asiática o una institución formal”.

Redoblarse en un modelo basado en actividades donde las “cuatro democracias forman el núcleo de un conjunto rotativo de coaliciones para resolver problemas en el Indo-Pacífico” parece ser el camino elegido. Presumiblemente, China debe ser excluida de estas coaliciones a pesar de estar dispuesta y ser capaz de resolver problemas de manera efectiva, como fue el caso en diciembre de 2004 cuando buscó pero se le negó la entrada al grupo central.

El Quad se enfrenta a una serie de vientos en contra en el futuro. Carece de un componente económico serio, se basa conceptualmente en una India ambivalente y parece una contención de China para muchos líderes asiáticos.

En un momento en que Beijing está duplicando su compromiso y centralidad dentro de las redes económicas del Indo-Pacífico, Washington y Nueva Delhi están rechazándolo en lugar de adoptar acuerdos comerciales regionales convencionales. Una suscripción de cuatro esquinas a un acuerdo de «estándar de oro» que incluya flujos de recursos australianos, insumos de diseño japoneses, fabricación india y consumo de EEUU crearía codependencias cuadrilaterales que ninguna cantidad de «organismos ad hoc» para implementar un «desacoplamiento administrado» puede replicar. La tambaleante asociación de vacunas del Quad es también un presagio de advertencia.

India es el eslabón indispensable pero más débil del Quad. Nueva Delhi encaja de manera incómoda con la filosofía y el propósito de la agrupación. Está ligado marginalmente a las redes económicas regionales asiáticas, nunca ha considerado que el wilsonianismo sea un principio organizador de la estabilidad estratégica en Asia y se deja influir por las corrientes de su relación con China. También obtiene poco consuelo de sus socios Quad en su desafío de seguridad más apremiante: la frontera del Himalaya.

Lo que es más importante, el Quad se basa en un marco de diseño que postula erróneamente que el Indo-Pacífico es un «sistema» estratégico único. La región es un compendio de dos sistemas, un sistema de Asia Pacífico y un sistema del Océano Índico, que históricamente han operado de forma aislada, mezclándose en su punto de intersección en el sudeste asiático. Estos dos sistemas presentan equilibrios localizados con intereses de seguridad altamente diferenciados entre sus estados finales, Japón e India. La disputa de las islas Senkaku o los intereses estratégicos de Australia en las islas del Pacífico son tan remotos para Nueva Delhi como la cambiante línea de control del Himalaya de Ladakh lo es para Tokio o Canberra.

Estados Unidos, Japón, Australia e India harían mejor en profundizar operativamente la base de “tres más dos” —Estados Unidos, Australia y Japón en el Pacífico occidental más Estados Unidos e India en la región del Océano Índico— sobre los cuales las aspiraciones de cada uno están más articuladas.

Washington ya ha institucionalizado la estructura trilateral en sus alianzas del Pacífico con Tokio y Canberra durante la última década, anclada en la alianza EEUU-Japón. La asociación de defensa bilateral de Washington con la India también ha sido testigo de una profundización inequívoca. Se han firmado tres acuerdos marco de defensa fundacionales, se han establecido líneas directas dedicadas, se ha regularizado la elegibilidad para transferencias de tecnologías de alta gama y se han institucionalizado ejercicios cada vez más sofisticados de marina a marina e intercambios de comando a comando.

Esta configuración de “tres más dos” está en sintonía con la geografía estratégica del Indo-Pacífico, dado que el contorno de la cadena de islas en el Pacífico occidental es tan propicio para la planificación de contingencia conjunta como el océano abierto y la falta de adquisición de objetivos fijos en el Índico. Washington, Tokio y Canberra tienen cada vez más razones para mantener capacidades federadas de combate de guerra para contrarrestar a Beijing en el Pacífico. Mientras tanto, Washington y Nueva Delhi enfrentan el requisito más limitado de desarrollar hábitos arraigados de cooperación interoperable (comando, control, comunicaciones, computadoras, inteligencia, vigilancia y reconocimiento) para disuadir a Beijing de montar un desafío naval en el Océano Índico.

Esta configuración también evita los matices de cerco y es menos probable que invite a la presión retributiva de Beijing sobre sus miembros constituyentes.

El Quad no está a punto de disiparse como afirman sus críticos. Proporciona un foro útil para que sus líderes lleguen a enfoques colectivos hacia China, ciertamente el mínimo común denominador, y fomenta hábitos de interoperabilidad estratégica entre sus componentes básicos de “tres más dos”. Pero la aspiración del Quad de improvisar una coalición asiática más amplia que podría inclinar el equilibrio de poder colectivo contra China seguirá siendo un ejercicio inútil. Y su base económica se está desmoronando.

(1) Diálogo de Seguridad Cuatrilateral, es un foro estratégico informal entre Estados Unidos, Japón, Australia e India (Nota del traductor).

Sourabh Gupta es investigador senior residente en el Instituto de Estudios China-América, Washington

Fuente CEPRID https://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article2702

Por Eduardo Montes de Oca | 16/03/2020 | Fuentes: Rebelión

Diversos observadores coinciden en la posibilidad real del trueque de la presente contracción planetaria en una nueva recesión, esa “[significativa] disminución de la actividad comercial e industrial que comporta un descenso de los salarios, de los beneficios y del empleo”, si nos guiamos por un diccionario al uso. Muchos subrayan hoy signos tales el deterioro del canje de mercancías, la volatilidad de los mercados, el mayúsculo endeudamiento, las burbujas especulativas…. ¿Se aproximará otro 2008?

Eduardo Lucita (La Arena/Rebelión) nos incita a afirmarlo al  responder la interrogante formulada por él mismo. Rememora el hecho de que, en su momento, la exdirectora gerente del FMI, Christine Lagarde, declaró que todo viene “peor de lo previsto para la economía mundial” y que el 70 por ciento de esta experimenta una desaceleración. Asimismo, acota el comentarista, la OMC pronosticó que tanto el PBI global como el intercambio de bienes  –este último “no puede desempeñar plenamente su función de impulsor” del auge– despegarán menos que en 2018.

Pero las malas nuevas acuden de todos lados. Fergal O’Brien y Piotr Skolimowski resumen grosso modo para Bloomberg lo que constituye ya una ecuménica alerta: “China informó del crecimiento más débil de su producción industrial desde 2002. La economía de Alemania se contrajo por el desplome de las exportaciones, y la producción de la zona euro disminuyó en el mayor nivel en más de tres años debido al enfriamiento de la expansión general. Los mercados de bonos de Estados Unidos y Reino Unido enviaron las advertencias más claras de una recesión desde la crisis financiera mundial […] Con el golpe al crecimiento por las disputas comerciales junto con el enfriamiento de la demanda mundial y las crisis geopolíticas, la economía mundial se dirige a su expansión más débil desde la crisis financiera”.

Alexander Krueguer, alto funcionario de Bankhaus Lamp, no abriga dudas. Para él, además del debilitamiento cíclico, el rápido conflicto mercantil generalizado está frenando el desarrollo. A lo que se suman, considera, el Brexit y las tensiones geopolíticas, eventos cargados de un compartido efecto amortiguador (los peritos añaden a esta relación los perjuicios que ya acarrea el nuevo coronavirus). “Es probable que todos estos factores pesen sobre la actividad económica”.

El estado de cosas refleja un roletazo que pica y se extiende, para decirlo en el argot cubano del beisbol. La extenuación perjudica la zona euro, donde Francia y España también se enlentecen y la situación de Italia parece cada vez más grave. Cifras como clonadas de similares lapsos dan cuenta de que, en 2019, en el bloque monetario la producción industrial cayó 1,6 por ciento en junio. Mientras, el progreso se ralentizó al 0,2 por ciento en el segundo trimestre, la mitad del ritmo del primero.

Quizás dónde más gritan

En los Estados Unidos es como si ensordeciera un ulular de sirenas. Las  sombrías predicciones colman informes, discursos, toda suerte de análisis. Recientemente, el portal Axios aseveró que proliferan los motivos para preocuparse por la recuperación, luego de que el indicador de probabilidad de la Reserva Federal (FED) de Nueva York, el cual predice la ocurrencia de una recesión, se ubicara en 32,9 por ciento en junio pasado.

Un despacho de Prensa Latina da cuenta de que Lisa Shalett, jefa de comunicaciones de la división Morgan Wealth Management, del banco de inversión Morgan Stanley, escribió en una nota dirigida a sus clientes que, desde 1960, cada vez que ese índice de la entidad ha sobrepasado el 30 por ciento ha ocurrido el temido fenómeno. Shalett también encontró “fantasmas” en la relación oro-plata; el descenso de las ventas de automóviles, viviendas, manufacturas; y en las ganancias y los gastos de capital.

De acuerdo con el Servicio de Noticias y Datos de Mercados Markets Insider, el nefasto aviso se ha mantenido en alto desde que la curva de rendimiento del Departamento del Tesoro se invirtió en marzo y luego nuevamente en mayo. Pero expliquemos esto, con la ayuda de PL:

“Para calcular la probabilidad de recesión, el rastreador de la FED […] utiliza específicamente la diferencia entre las tasas del Tesoro a 10 años y a tres meses. Un diferencial negativo entre las dos ha precedido a todas las recesiones de la posguerra, y actualmente se encuentra negativo desde mayo… La curva de rendimiento invertida es vista como un indicador de una recesión económica pendiente, porque cuando las tasas de interés a corto plazo exceden las de largo plazo el sentimiento del mercado sugiere una perspectiva pobre a largo plazo, y se cree que los rendimientos ofrecidos por el ingreso fijo continuarán cayendo”.

Según Market Watch, los inversionistas de Wall Street miran con sumo nerviosismo el comportamiento de la mentada curva, cuando la arremetida comercial trumpiana contra “toda bandera” socava la confianza empresarial y la actividad manufacturera. La estratega de ingresos fijos Leslie Falconio manifestó a esa página web que “si la curva de rendimiento se mantiene invertida por un largo período, puede influir en el crecimiento económico debido a su efecto corrosivo en las ganancias corporativas. Ello se debe a que llevaría a los bancos a evitar prestar dinero, restringiría el flujo de crédito y aumentaría los costos de los préstamos”.

Repercusión geopolítica

Sí, como atalayó Lenin, la política es la expresión concentrada de la economía. Eso, sin que olvidemos que aquella entraña sus propias variables de desenvolvimiento. Lo cierto es que, dada la coyuntura explicada hasta ahora –unida a otras–, Carlos Pereyra Mele, de Barómetro Internacional: #DossierGeopolitico DG, nos recuerda que, desde el 2003, la publicación ha sustentado que está transcurriendo el retroceso del poder global alcanzado por USA a fines del siglo XX.

“Y desde el 2010 […], que se transitaba hacia un [intervalo] de multipolaridad regional importante –con una China que no aplicará el modelo imperial norteamericano de control y dominio– y de nuevas alianzas totalmente distintas a las que se habían mantenido por casi 60 años. Y que los estados naciones lejos de desaparecer seguirán por un largo período dominando la escena […] internacional, como también teniendo influencia en sus vecinos los países importantes tanto [en lo económico como en lo tecnológico]. NO veremos un mundo bipolar, como el que conocimos en la guerra fría”.

Rematando sus asertos, el colega cita al influyente catedrático de Harvard Stephen Walt, quien, en la Revista Foreign Policy, en octubre de 2018 “reconoce que hace 15 años pocos analistas sostenían estos cambios que hoy se concretan. A confesión de partes, relevo de pruebas”, se muestra rotundo Pereyra Mele.

Conforme al aludido autor anglosajón, en su artículo “¿A qué tipo de mundo nos dirigimos”, en general 2025 supondrá un año de “multipolaridad no equilibrada”. En ese contexto, “los Estados Unidos seguirán siendo el actor más importante del planeta. Pero su margen de superioridad será más pequeño de lo que solía ser, y el país aún enfrentará problemas fiscales a largo plazo y profundas divisiones políticas […] China será la potencia número dos del planeta (y superará a Estados Unidos en algunas dimensiones), seguida por otros jugadores importantes (Alemania, Japón, India, Rusia, etc.), todos ellos considerablemente de menor jerarquía que los otros dos principales”.

Con “alarde” de cordura, el “augur” sugiere a EE.UU. que se comporte más selectivamente al hacer compromisos y utilizar su poder en el extranjero. “El deseo central de rehacer el mundo, que caracterizó la era unipolar, se desvaneció mucho antes de que Donald Trump se convirtiera en presidente de los Estados Unidos. No volverá, no importa cuántos neoconservadores nostálgicos intenten rescatarlo”.

Como elemento del vaticinio del académico –nada “sospechoso” de izquierdismo, por supuesto–, la política exterior y de defensa de EUA se centrará principalmente en contrarrestar a China. Además de procurar desacelerar los esfuerzos del “dragón” para obtener una ventaja en una serie de tecnologías emergentes, tratará de evitar que el coloso establezca una posición dominante en su región.

“Europa y la OTAN simplemente no tendrán mucho rol que desempeñar, ya que Washington se centra cada vez más en Asia. Los países europeos no querrán renunciar a los lazos económicos rentables con China y no estarán dispuestos a hacer mucho para equilibrar a Beijing. Si la competencia chino-estadounidense se calienta, como lo espero, este problema será otro punto de fricción entre los Estados Unidos y sus socios europeos. Trump podría acelerar este proceso si continúa golpeando a Europa en el comercio e imponiendo tontamente sanciones secundarias a los estados europeos que intentan mantener vivo el acuerdo nuclear de Irán por ejemplo, pero incluso si no lo hace, la lenta dilución de las relaciones transatlánticas continuará. No hay nada sorprendente o trágico en esto, por cierto; es simplemente la consecuencia gradual pero inevitable del resurgimiento de Asia”.

Resurgimiento que anida -¿es espoleado por?- en condiciones en las cuales “paradójicamente” medran las señales de una recesión que, aun gravitando sobre la Tierra en pleno, se tornan más peligrosas –“dádivas” del Sistema–, y hasta vergonzosas, para quienes han vivido a expensas de los demás: las potencias imperialistas. Y sus principales acólitos.

…..Bhadrakumar un diplomático Indio de larga trayectoria y experiencia en temas del mundo continental Euroasiático, nos describe con gran precisión en el siguiente artículo, que el ataque a la petrolera saudí Aramco ( la más grande del mundo) y sus consecuencias encierran una gran complejidad política, mucho mayor que la simpleza con que los grandes medios occidentales tratan de hacernos ver el evento, para que infiramos que Irán es el responsable del hecho….opinamos que detrás de esto está un gran poder global que trata de empujar al mundo a una gran conflagración en todos los terrenos, y por ello hoy China logra unificar una postura de todos los grandes de Asia aun cuando sean competitivos entre ellos para frenar una escalada que tiene al mundo anglosajón como el principal sospechoso. Dossier Geopolitico 

Ganadores y perdedores de los ataques a la Saudi Aramco

por MK BHADRAKUMAR [*]

Los futuros del petróleo de referencia subieron hasta US $ 11.73 por barril a US $ 71.95 cuando el mercado se abrió en Asia el 16 de septiembre de 2019.

El tweet del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el domingo sobre el ataque a dos plantas de Saudi Aramco dice lo siguiente:  

“El suministro de petróleo de Arabia Saudita fue atacado. ¡Hay razones para creer que conocemos al culpable, estamos encerrados y cargados dependiendo de la verificación, pero estamos esperando saber del Reino sobre quién creen que fue la causa de este ataque, y bajo qué términos procederemos!”  

Es un tweet ingeniosamente redactado con múltiples audiencias a la vista. Trump se tomó el tiempo para reaccionar. Y no llegó a culpar a Irán. Estados Unidos carece de pruebas contundentes. Por lo tanto, se necesita «verificación» y es el llamado de Riyadh estimar «la causa de este ataque y bajo qué términos procederemos».  

Trump se jactó de que Estados Unidos está «bloqueado y cargado» para acudir en ayuda de Arabia Saudita. Sin embargo, solo el día anterior, cuando Trump telefoneó al Príncipe Heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, este último «subrayó la voluntad y la fuerza del Reino para frustrar una agresión terrorista y enfrentar sus consecuencias».  

De hecho, esto se ha convertido en el refrán saudí: que está dentro de la capacidad saudí manejar la crisis. Durante una llamada telefónica del Príncipe Heredero de los Emiratos Árabes Unidos que condena los ataques con aviones no tripulados, MbS enfatizó que «el Reino tiene la capacidad de enfrentar esta agresión terrorista». El Rey Salman también le dijo al Emir de Kuwait que «el Reino tiene la capacidad de enfrentar tales ataque terrorista y lidiar con sus consecuencias «.  

Ninguno de los estados regionales (Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Bahrein, Jordania, Turquía, etc.) ni ninguna potencia extranjera ha culpado a Irán por organizar los ataques con aviones no tripulados en las plantas de Saudi Aramco. Eso deja al secretario de estado estadounidense Mike Pompeo como la única excepción.  

Curiosamente, MbS recibió al embajador ruso Sergei Kozlov. No se han divulgado detalles; El comunicado saudita simplemente dijo y destacó que «se discutieron una serie de cuestiones de interés mutuo para los dos países amigos».  

Por supuesto, el interés ruso radica en la disminución de las tensiones regionales y Moscú y Teherán están en contacto cercano. El presidente Vladimir Putin tiene previsto reunirse hoy con el presidente de Irán, Hassan Rouhani, al margen de la cumbre trilateral en Turquía de la troika de Astaná. Putin también visitará Arabia Saudita en octubre.  

Sin embargo, es improbable que los sauditas quieran que Estados Unidos se involucre. El déficit de confianza es palpable. (La administración Trump ha decidido revelar la identidad del funcionario saudí que presuntamente ayudó a los terroristas del 11 de septiembre).  

La confianza de Arabia Saudita en la determinación de Estados Unidos y el compromiso con la defensa de Arabia Saudita cuando llegue el momento crítico es inestable. La influencia de Riad en Washington ha disminuido significativamente, especialmente después del asesinato de Jamal Khashoggi. El estado de ánimo en el Congreso de los Estados Unidos es hostil.  

Una vez más, hay aspectos muy sensibles, que Riad querría manejar por sí mismo. Los hutíes afirman haber tenido «inteligencia y cooperación» desde Arabia Saudita para organizar los ataques con aviones no tripulados. Si es así, los hutíes tienen contactos dentro de la provincia oriental de Arabia Saudita, donde la mayoría chiíta está agitando por el empoderamiento y la autonomía.  

Riad querrá cavar hondo, pero por sí solo sin que la CIA tenga “observadores”, ya que esto se refiere a la seguridad interna y la unidad del Reino y al destino de la familia real.

Los ataques del sábado han demostrado que la defensa saudita es altamente vulnerable. Cualquier escalada de los EE. UU. Puede llevar a una confrontación militar con Irán y que puede derivar en el peligro de la destrucción del Reino 

Los EAU (y otros estados del CCG) también se opondrán a cualquier escalada adicional. En las últimas semanas, tanto Arabia Saudita como los Emiratos Árabes Unidos han hecho gestiones hacia Irán con el objetivo de reducir las tensiones.  

Otra dificultad es que han aparecido diferencias entre los sauditas y los emiratíes sobre Yemen, y este último proyecta el poder en el sur de Yemen a través de grupos de milicias, debilitando al gobierno encabezado por Mansur Hadi (de quien Riyadh es mentor).

Por otra parte, la OPI de Aramco ahora pende de un hilo, y el programa Vision 300 del Príncipe Heredero de Arabia Saudita para reestructurar la economía del país e iniciar reformas muy necesarias pierde fuerza.  

Los eventos del sábado han demostrado que el techo caerá sobre la economía mundial si surge una conflagración regional que conduzca a la destrucción de los estados petrodólares. Brent Crude saltó un 20% más alto el domingo por la noche.  

Si la interrupción de Arabia Saudita podría durar meses, como parece probable, se espera que la embestida de Brent continúe hasta que el precio llegue a $ 80 y siga subiendo. Baste decir que la amenaza de Irán de que no será el único perdedor en una confrontación militar con Estados Unidos debe tomarse muy en serio. El IRGC ha reiterado esto el domingo.  

En resumen, Estados Unidos se ha quedado sin opciones sobre Irán. Si la intención detrás del tuit de Trump es poner nervioso a Teherán y obligarlo a acordar una reunión entre él y Rouhani en Nueva York, eso es pura ingenuidad. Sin embargo, hay posibilidades de que sea probable una reunión Trump-Rouhani.  

Teherán nunca pierde la oportunidad de destacar que: a) puede ser un factor de estabilidad en el Golfo Pérsico; y, b) la seguridad regional es mejor manejada por los estados regionales exclusivamente, a través del diálogo.  

Los primeros comentarios detallados de Rouhani el domingo en estas líneas son significativos. No se puede descartar algún tipo de contacto entre Arabia Saudita y los EAU e Irán.  

La conclusión es que los sauditas y los emiratíes incitaron a Trump a tomar el camino de la ‘máxima presión’ contra Irán, pero a medida que miran hacia el abismo hoy, no les gusta lo que están viendo.    

Los hutíes han estado detrás de una serie de ataques contra oleoductos, buques y otras infraestructuras energéticas sauditas. Un portavoz de Houthi explicó: «Prometemos al régimen saudí que nuestras futuras operaciones se expandirán y serán más dolorosas mientras continúe su agresión y asedio». El enfoque debe estar en terminar la guerra en Yemen, donde se vuelve crucial para Riad y Abu Dhabi para comprometerse con Teherán.

[*] M.K. Bhadrakumar ha desarrollado una carrera diplomática en el Ministerio de Relaciones Exteriores indio. Entre sus destinos figuran la URSS, Corea del Norte, Sri Lanka, Alemania, Pakistán, Uzbekistán, Kuwait y Turquía.

Redacción de Dossier Geopolitico:  Hoy China va en el camino que nos describe Bhadrakumar en su artículo, al unificar criterios con todas la Potencias Asiáticas con muchas de las cuales tiene conflictos pero en este punto del la seguridad de suministro de Petróleo están totalmente de Acuerdo…..»China argumentará que Estados Unidos es un socio voluble y poco confiable que provoca disturbios e inestabilidad en una región estratégica clave, y la narrativa china será que si te esfuerzas por alinearte con los Estados Unidos, estarás asociado con eso»  

China se une con sus enemigos asiáticos al proteger el petróleo saudí (y a sí mismos) https://www.urgente24.com/mundo/global/china-se-une-con-sus-enemigos-asiaticos-al-proteger-el-petroleo-saudi-y-si-mismos

Columna Radial de Geopolitica de Dossier Geopolitico x Carlos Alberto Pereyra Mele, dominical desde hace mas de 13 años en el “Programa El Club de la Pluma”, del Domingo 16/09/2018.

 

 

TEMAS:

A) Las maniobras militares más significativo desde la finalización de la Unión Soviética, Rusia inició los ejercicios programados para desarrollarse durante los próximos cinco días. Vostok 2018 son las siguientes: tres países, 300.000 tropas, 36.000 tanques, 1.000 aeroplanos y 80 buques.
En el Tsugol, región oriental del lago Baikal en Siberia

B) El Foro Económico del Este en Vladivostok se ha convertido en una parte crucial de la integración estratégica entre China, Rusia y otros países en el noreste de Asia, una asimilación gradual para transformar el sistema mundial actual. Que sella la  ‘asociación estratégica integral entre Rusia y China’. La sorpresa de este ano, la asociación entre Rusia y Japón en términos de tránsito eurasiático, centrada en la conexión de las actualizaciones del Trans-Siberiano y del Baikal-Amur Mainline (BAM) a un ferrocarril proyectado a la isla de Sakhalin, y luego a todo el camino hasta la isla de Hokkaido. El futuro: Tokio a Londres, a la perfección, en tren.

Audio: https://ar.ivoox.com/es/columna-geopolitica-carlos-pereyra-mele-club-de-audios-mp3_rf_28640423_1.html