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Por Luciano R Moreno Calderon

Pal´Sur entrevistó al reconocido científico ganador del premio Konex, Daniel E Arias, para hablar sobre un tema al que vuelve seguido: defensa. En esta ocasión pudimos hablar sobre la inminente adquisición de los aviones F-16 a Dinamarca que serán usados para engrosar o reactivar nuestra Fuerza Aérea.

El periodista nos informa sobre las características de este avión, el verdadero motivo de su adquisición, las opciones rusas y chinas, nuestros aviones Pampa III y las verdaderas necesidades de nuestro país en la tarea de proteger una de las fronteras mas extensas del mundo, con hipótesis de conflictos claras que no parecen ser tenidas en cuenta con esta adquisición.

“El F-16: un feroz avión que terminará transformándose en una “reina del hangar”.

Una adquisición geopolítica

 

Ante todo, esta es una adquisición geopolítica, que no debería tener ninguna consecuencia militar, pero la va a tener.

Digo que es una adquisición geopolítica, porque es un caza de los considerados top de la tercera generación y media, y porque los F-16 son s icónicos para Estados Unidos, un símbolo nacional. Si te compras un F-16 estás encuadrándote militarmente con la Casa Blanca y diciendo “SÍ SEÑOR”.

Como los aparatos no sirven para un comino, no tendría que tener consecuencias militares, pero sí las tiene al quitarle 690 millones de dólares a la Nación y al FONDEF (el fondo construido y promulgado por unanimidad para el reequipamiento de las Fuerzas Armadas).

Es decir, comprando chatarra se pierde la oportunidad de hacer las cosas mas serias en el terreno de la Fuerza Aérea, y ni hablar que con esta operación algunos personajes se quedan con una tajada.

Esto no es nuevo, y viene desde que se termino el proyecto del Pulqui II. Todas las adquisiciones de chatarra y excedentes de los Estados Unidos y la OTAN han sido bajo el pago de coimas, siempre. Y por eso casi siempre se compraron aviones malos, o buenos pero en mal estado, o malos y en mal estado.

Obsolescencia programada hacia la indefensión

 

Vamos diferenciar el avión por dos segmentos distintos.

Sería la tercera vez que tenemos un avión radarizado, porque los aviones Mirage III franceses y los Dagger israelíes que se usaron en Malvinas fueron radarizados.

El F-16 caza te va a venir con un radar de la actualización MLU, de hace 30 años. Es muy obsoleto, porque la radarización de caza cambió mucho desde entonces con la entrada en línea de los radares AESA, que son de antena fija, barrido multihaz rapidísimo, capaces de detectar contactos a centenares de kilómetros y de seguir y apuntar a muchos blancos a la vez, y por último, capaces de tres medidas “stealth” sorprendentes.

Una es la detección pasiva, sin emisión, pescando los rebotes generados por otros radares, con lo que el piloto oculta la posición exacta de su aeronave. La segunda son los saltos aleatorios de la frecuencia emitida, que también es una medida de ocultamiento. Y la última es un “game changer” impresionante: un radar AESA puede generar interferencias sobre otros radares, e invisibilizarse.

La radarización cambió muchísimo en estos últimos 30 años, lo que equivale a decir que de todos los rasgos AESA enumerados, la actualización MLU trae unos pocos. Obviamente, ni los daneses ni la FAA te van a decir cuáles.

A tener en cuenta: estos aviones salieron de la fábrica hace más de 40 años, muchos de ellos son del constructor original, General Dynamics, antes de que esa empresa fuera comprada por Lockheed.

El F-16 se diseñó a fines de los 60´ y salió muy bueno y se desplegó muy rápido. Debe ser de los cazas mas construido en el mundo desde los años 80 en adelante. Creo que hay que entre 4500 y 5000 F-16 volando.

La célula, es decir el conjunto de fuselaje y alas, es excelente. Si la célula de un caza multipropósito bien construido tiene que resistir unas 5 mil horas de vuelo haciendo maniobras acrobáticas, de bombardeo o de pelea, éste resiste 10 y tal vez 15 mil horas: por lo que en ese aspecto solo tengo elogios.

Era un avionazo en los 80, pero ahora ya no. Pasaron casi 50 años. Estos aviones fueron actualizados entre los ’90 y 2000 a Standard MLU, es decir Mid Life Update, actualización de media vida.

Eso significa que la aviónica de estos F-16 es de los ’90. En materia de sensores internos, externos y despliegue de información ante el piloto, cualquier Pampa III (Bloque 2C) tiene mejor aviónica que este avión, y eso que el Pampa nunca llevó radar en la nariz. Cosa curiosa si tenés en cuenta que el nuestro es un caza de entrenamiento y sin capacidad de combate. Es decir; el F-16 es un avión totalmente de combate, pero con radar viejo y aviónica del año del jopo.

Estos cazas van a venir con una vida útil de aproximadamente 10 años si los haces volar en desfile. Si lo vas a usar como avión de entrenamiento de combate y bombardeo (porque para patrullaje no sirven, después te digo por qué), en maniobras de ataque o de defensa la célula del avión sufre bastante.

Entonces, en caso de usar el avión en simulación de combate real, la vida útil va a ser mucho menos de 10 años y van a comenzar a tener problemas de fisuras de raíz de ala.

Les va a pasar lo que les pasó a nuestros viejos A4: en el caso de los de la Marina, cuando empezó la guerra de Malvinas casi la mitad tenía la raíz de ala fisurada: eso quiere decir que en medio de una maniobra de ataque a tierra o a buque el avión podía perder las alas (aplaudir).

Es una compra sumamente estúpida y política. Hace años que los EEUU nos venía presionando para que compremos esto, como forma pública y ostentosa de alineamiento con ellos.

Además con esta compra EEUU tienen la garantía de que estamos comprando un caza que en caso de guerra regional, ya sea por el lado de las Malvinas o de Chile (únicas hipótesis de conflicto) no nos sirven.

En uno u otro caso los enemigos posibles los recontra conocen, pueden detectarlos y localizarlos a distancia no bien prendan el radar, e incluso si no lo hacen, las computadoras de los radares chilenos o británicos reconocen desde muy lejos la “huella digital” de ecos que genera un F-16 iluminado desde todos los ángulos posibles, especialmente el frontal.

Pero es más: en caso de guerra, estos cazas pueden incluso no despegar. Desde EEUU les pueden anular la aviónica, el radar, los sensores y los sistemas de navegación cuando quieran, y a toque de botón. Un avión de esta generación que entrega EEUU a un país periférico y además impredecible como el nuestro, prácticamente se lo puede teledirigir. Y no para volar, sino para NO volar.

No te vaya a extrañar que estos cazas tengan “virus” incrustados dentro de su software, muy difíciles de reconocer hasta para un experto en seguridad informática. Y que esos virus permitan discapacitar la aviónica del caza en pista, si está preparándose una salida para defender la frontera Este u Oeste de Argentina en una guerra no autorizada por los EEUU.

Te digo esto porque ya le pasó a otros usuarios de cazas norteamericanos, como ser el caso de Malasia.

Sea por “soft power” o directamente por software, EEUU nunca deja de ser el propietario real de las armas complejas que te vendió y te cobró. El Ministro de Defensa de Malasia, Mahatir Mohammad, se lo dijo el 20 de mayo de 2020 a la cadena qatarí Al-Jazeera: “si la Malasian Royal Air Force trata de usar sus cazas F-18 contra un estado con el cual Washington no autoriza guerras, los aparatos sencillamente no obedecen”.

Las computadoras de misión tienen código cerrado, y están microcableadas de modo que sólo se las pueda reprogramar en EEUU. De modo que, como admite Mahatir, los F-18 de su flota son impresionantes, pero sólo sirven para desfiles aéreos.

Obviamente, también, todos los F-35 que está comprando Europa a EEUU a punta de fusil son aviones absolutamente teledirigidos desde el Pentágono y el Departamento de Estado de Estados Unidos.

Es decir, el F-16 no puede modificarse, no podés subirle ni bajarle nada en software, ni ponerle armas o actualizaciones de aviónica o de radar, incluso de tu propio desarrollo, que no sean autorizadas por los Estados Unidos y con material de los Estados Unidos, y, de alguna manera, también, con el permiso del Reino Unido.

Los Brits también son los que autorizan o desautorizan, porque no tengas dudas de que hoy los dueños reales de la ocupación en Malvinas son los EEUU. Si no aterrizan con los Galaxy en Malvinas es para poder seguir haciendo un poco de relaciones públicas con Argentina.

Opciones al F-16 (ninguna buena, pero sí mejores que el F-16)

 

El mejor de todos era el MiG 35 ruso, pero tiene dos problemas: 1) en este momento no le podes comprar nada a Rusia, porque sería prácticamente una declaración de guerra a los EEUU 2) si tuviéramos la guita para comprar los aviones, yo le diría a los rusos que no nos manden ese avión sino un Sukhoi 35 que tiene mucho mas alcance porque éste, no tanto como Rusia, pero es un país gigante.

Porque si bien el MIG35 tiene virtudes por donde le busques, no es un avión de gran alcance y Argentina lo que necesita es un caza con capacidad de reabastecimiento en vuelo, pero que además, sin hacer uso de esa capacidad, tenga una autonomía de ataque de unos 2000 Kilómetros.

Pero además necesitamos que sean monomotores, y los caza rusos son bimotores, porque de otra manera el precio de la hora de vuelo se eleva mucho. Tenés los aviones pero no podes usarlos, porque dos turbinas consumen el doble de repuestos que una, y de yapa las turbinas rusas tienen menos vida útil total que las de la OTAN, lo que supone fallas más precoces. El feroz avión que termina transformándose en una “reina del hangar” es algo que le pasa a Venezuela y también a México.

Además tampoco los rusos lo están construyendo, porque se les cayeron algunos clientes posibles en el mundo árabe, y a Rusia, se empieza a ver ahora con la guerra de Ucrania, el MiG 35 le resulta un aparato que no puede operar demasiado lejos de la línea del frente. Y hoy, incluso a 200 km. detrás del frente, los ucranianos te destruyen aviones en tierra con misiles HIMARS o con drones. La noción de “retaguardia” como sitio distinto del frente empieza a ser borrosa.

Si el avión no está en condiciones de operar porque no hay repuestos y el servicio técnico te queda en el otro lado del planeta, estás en el horno. Cuando vos comprás un aparato de esta complejidad, y hablo del MiG 35, lo tenés que adquirir con condiciones OFFSET, es decir, licencias de construcción nacional de varias de la partes e integración de la turbina, o transferencia de tecnología para fabricación local. Tenés que capacitar mucho personal argentino en Rusia, y tienen que venir técnicos rusos a instalarse aquí para ayudarte a montar las plantas de integración y de fabricación. Toma años.

Y no es sólo con los rusos que te pasa esto: nos pasó con los cazas estadounidenses, franceses e israelíes. Pero Rusia nos queda casi en las antípodas, y todos ellos hablan inglés, malo pero entendible, porque es el idioma de la aviación en esta parte del mundo. Pero si te compras el MiG 35, tanto por parte de ellos como la nuestra vas a necesitar de gente que hable ambos idiomas, ruso y castellano, domine ambas grafías y además sea técnicamente muy del palo aeronáutico. No es imposible generar esos recursos humanos, pero lleva tiempo.

En el caso de los F16, te los van a vender con algunos repuestos de turbinas para que vos puedas tirar unos años pero te vas a quedar corto en poco tiempo. Y obviamente no vienen con ninguna transferencia de tecnología.

Lo único que vas a poder hacer sin permiso de los EEUU es sacarte fotos con el avión, pero vas a necesitar autorización para cualquier otra cosa, y como te dije, eso lo descubrió Malasia con los F 18 Super Hornet, hace muy poco. El tipo se clavó con 24 aparatos que Malasia no puede usar para nada real y que esté alineado 100% con los intereses de su país.

Por lo cual los malasios le terminaron comprando unos Sukhoi a los rusos. Estos juran que el caza que te venden es propiedad del propietario, y que no tienen ningún software con el cual puede teledirigirlo. Podés creerles o no, pero si es cierto, es un argumento de márketing excelente.

La otra propuesta era el JF17 es un avión pakistaní, pero acá tenés un cuello de botella: poseen una capacidad de fabricación de 12 a 18 cazas por año (que es un montón). Si bien la oferta estaba en precio, lo que no ibas a tener con los pakistaníes son 12 cazas entregados llave en mano ahora. Pakistán está renovando su propia Fuerza Aérea, cambiando sus JF-17 de modelos anteriores por el bloque C, que es el único que califica de cuarta generación plus, el único que nos interesa.

Te van a decir, con muy buen criterio, que te sumes a la cola, porque ya hubo pedidos de otros. Y que te vengas con un banquito para esperar turno. Y además, tampoco vas a tener capacidad integración nacional de partes.

Primero, porque a ellos no les sobran recursos humanos como para mandar mucha gente aquí. Una compra a Pakistán implicaría una cantidad de años de intercambio de personal técnico y fabril con Pakistán, y así como en ese país no sobran hablantes de castellano, aquí nadie entiende el urdu.

Igual, como país que fue colonia inglesa y que vive en pie de guerra contra la India, que también lo fue, los militares de rango en ambos países son más o menos anglófonos. Y también nuestros aviadores. Pero la movida de recursos humanos que acompaña a una compra exitosa no sería fácil ni rápida. Pero…  dificultad a sumar: más o menos la mitad del avión viene de China.

No es muy clara la expectativa de vida real de la turbina, ni tampoco la duración real de la célula, y una célula que no supere las 5000 horas de vuelo no te sirve. ¿Por qué? Porque la Argentina adquiere aviones cada 40 años, esto quiere decir es que los últimos 10 años del avión, cuando se empiezan a multiplicar las fallas, los vas a usar matando gente en entrenamientos, o adoptar la opción de volar mucho menos y que la gente entrene poco y mal, para que no se mate.

Es lo que venimos haciendo nosotros desde que perdimos la guerra de Malvinas. Los yanquis nos acogotaron con los repuestos de los A4B, C y R, y se empezó a volar cada vez menos. Para que te des una idea, antes de la guerra de Malvinas el promedio de horas de vuelo de los pilotos argentinos de ataque y de intercepción era el mejor de la región, nuestros pilotos caza tenían entre 180 y 200 horas a anuales de entrenamiento.

Pero ojo, como volaban aparatos viejos, también se mataban bastante. Los A4 B, C y R que se compraron a los EEUU entre los ’60 y ’70 venían muy hechos fruta de la guerra de Vietnam. Con esos cazas volando en entrenamiento, antes de 1982 murieron más pilotos sumados que en Malvinas. Si sumás un avión demasiado viejo y un piloto demasiado nuevo, va a haber problemas.

Ignoro si los JF-16 C son nuestra gran salida. No parece. Y a U$ 50 palos la unidad pelada, sin armas lanzables, no es que los estén regalando.

Si hay un aparato chino interesante para la Argentina, ése es el J-10 C. Es un muy buen desarrollo del Laví israelí, un caza ochentoso parecido al F-16 inicial de General Dynamics pero bastante superior en casi todo lo que importa: alcance, aviónica y agilidad. Los yanquis apretaron diplomáticamente a Israel para que no se construyera, porque le iba a empiojar el mercado internacional al F-16.

Los israelíes cedieron, pero al costo de un escándalo parlamentario, peleas a trompadas en el gabinete de gobierno, y luego despedir a miles de ingenieros, técnicos y laburantes de Israel Aircraft Industries. Pero como se quedaron re-calientes, le vendieron no muy en secreto la ingeniería del Laví a China. Y de ahí salieron los J-10 A y B, y hoy el C chinos.

Es incomparablemente mejor que el JF-17, que los chinos desarrollaron pero no tienen para su uso. Un dato al uso: la célula del JF-17 es metálica, la del J-10 C es de materiales compuestos. Es más fuerte, más liviana, requiere de mucho menos mantenimiento, dura más, y refleja menos las ondas de radar.

Los J-10 C son el aparato más abundante en la aviación china de combate, y lo que necesitaría tener Argentina, de tener los morlacos necesarios. Pero, ¿sabés qué? Los chinos no te los venden ni a palos. No porque los aviones sean tecnológicamente revolucionarios.

Pero aunque vinieran con equipamiento atrasado una década, no nos venden ni uno porque nos conocen. Saben que aquí los J-10 serían volados, testeados, desarmados y rearmados por la USAF al toque de llegar a la Argentina. Tenemos una cúpula aeronáutica formada por viudos de la OTAN, y eso sigue sin cambios más o menos desde 1955.

Los pampa

 

Como típico fruto del Proceso, el avión se hizo con 100% de componentes importados, y la mitad de la ingeniería se hizo con una excelente fábrica alemana, la Dornier, que cerró hace mucho.

En su esfuerzo por nacionalizar este caza para poder construirlo en cantidades significativas y bajar su precio, el gobierno de Cristina trató de crear una cadena nacional de proveedores de partes y en 2015 se llegó a un 13% de componentes nacionales. Con Macri se paró todo. Durante gobierno de Fernández, con Mirta Iriondo en FAdeA y Fernández negándole plata, se habrá avanzado a un 15% de componentes nacionales. Pero la verdad cruda es que el 85% del Pampa lo tenés que comprar afuera, y en dólares.

Aunque lo adoro, es un caza argentino muy poco argentino. Me produce ideas muy encontradas, porque es la máquina aeronáutica más ágil que conozco. Cuando aún a los pilotos de Mirage los mandaban a hacer entrenamiento en Tandil con los Pampa, salvo que la lucha se hiciera en vertical y que los Mirage aprovecharan que tenían mucho motorización para escaparse hacia arriba, los Pampas se les colgaban a la cola, en posición de ametrallamiento, y no había modo de despegarlos de ahí.

Pero esas prácticas no se hacen más. Los Mirage ya no pueden volar desde 2015. Y lo de “ametrallamiento” es una simulación: el Pampa nunca tuvo cañones en fuselaje ni en las alas. Puede usar góndolas con armas de tubo en las alas, pero deterioran un poco sus características de vuelo. ¿Cuánto y de qué modo? La FAA jamás te lo va a decir, y tienen razón en no hacerlo.

Son aparatos espectaculares, pero es muy difícil construirlos porque tenés que tener una cadena fabricación de componentes nacionales importante. Y si bien es un caza sencillo, tiene mas de 20.000 componentes. Haciendo las cuentas, 17.000 son importados y atados a dólar, y el más caro y complejo de todos es la turbina, que es una Pratt & Withney PT6 canadiense macanuda, aguantadora, potente y liviana, y la encontrás en todo el mundo, así como sus repuestos, si te importa violar los bloqueos de compras que te puede infligir su Graciosa Majestad, Carlos III. Pero no se regala. Y si querés precio, tenés que hacer compras grandes, 12 unidades de un saque, mínimo.

Además no es un caza de combate, sino de entrenamiento avanzado. Te sirve como escalera para subir a un caza de 4ta generación. Justamente, a un aparato que no tenemos. Es una escalera que termina en la nada.

¿Por qué Argentina no puede defenderse con los Pampa?. Porque al ser subsónicos, si le ponés un misil térmico y lo conectás a la aviónica, va a tener poco alcance debido a que la mayor parte del combustible del cohete se va a consumir tratando de cruzar la velocidad del sonido. No sería lo mismo si el misil partiera desde un caza que viaja más rápido que el sonido. Ahí el motor del misil obtiene más velocidad y alcance.

¿QUÉ NECESITA LA ARGENTINA PARA DEFENDERSE?

Lo que necesita argentina es un caza de muy largo alcance, con reabastecimiento en vuelo y con un radar AESA. Y por eso es que el F-16 no sirve para combate ni defensa nacional, y tampoco sirve para patrulla.

¿Y sabés por qué no te sirve para patrulla? Porque aunque sea viejo y aunque los EEUU les ordenen a Dinamarca que nos hagan precio de regalo, algo que casi está sucediendo, la hora de vuelo de estos chiches, promediando su desgaste y amortización está entre los 10 mil o 15 mil dólares. Saliste a patrullar dos horas y te patinaste 30 mil dólares de avión, y eso sin contar el combustible ni gastos de recursos humanos.

Un piloto de combate para estar en las condiciones en las que estaban los nuestros en 1982 necesita mínimo 180 horas anuales, es decir que son casi 2 millones de dólares anuales por piloto, para que los aviones no se transformen en maceteros. Y ahí no estás incluyendo gastos de sueldos, combustibles, nada. Sólo la amortización de aviones que ya vienen amortizados.

Es irreal que con aparatos así uno pueda defender a la Argentina. Porque si uno los adquiere para entrenar a la gente a un nivel aceptable para la guerra, los quizás 10 años de resto de vida con que te lleguen de Dinamarca se vuelven la mitad. En 4 o 5 años estan todos los cazas juntando polvo en el hangar, y sin repuestos. Y cuando te ponen el ejemplo de la Fuerza Aérea chilena, que tiene 46 F-16, hay que decir también que la mitad no vuelan, y solo tienen 22 en orden de combate.

Ojo, estas cosas les juegan en contra incluso a los propios yanquis, aunque nadan en billetes. Por lo poco que se sabe, los F-35, esas computadoras volantes de 100 millones de dólares, son tan complicados y se rompen tanto que su tasa de disponibilidad real anda por el 50%.

Nosotros en orden de combate supersónico hoy no tenemos ningún aparato. Cuando se cajonearon los últimos Mirage, Dagger y Finger, perdimos nuestros únicos aviones supersónicos de combate. Y ojo, rara vez llegamos a tener 16 o 17 interceptores en línea, listos para salir. Es decir que ni siquiera durante el Proceso, cuando la Fuerza Aérea y la Marina se dieron a sí mismas unos presupuestos escalofriantes, nunca tuvimos los suficientes cazas para defender nuestro país. ¿Por qué?

Porque es el octavo del mundo en extensión geográfica. Por el Este, son  5500 Km de costa y, por el Oeste, la frontera con Chile, que es de las fronteras secas más largas del mundo. Si querés defender fronteras semejantes se necesita una fuerza de 60 o 70 aviones supersónicos multirrol muy modernos y actualizados, con un personal de vuelo capaz de superar las al menos 120 horas de entrenamiento por año.

Igualmente si miramos lo que pasa en Ucrania vamos a observar que existen grande combates aéreos. Todos son radares, drones, misiles y baterías automatizadas. Los cazas que operan del lado ucraniano, operan casi pegados a la frontera de Polonia para que no los bajen, porque un misil S-400 ruso tiene más de 300 km de alcance.

Por el lado Este, los cazas rusos ni se acercan a la línea de contacto y lanzan prudentemente sus misiles desde 100 o 150 km. a retaguardia. La lucha es robotizada. Los misiles son robotizados y los drones de bajo costo, que son los que deciden la suerte de los combates de infantería, son aparatos que cuestan entre 2000 y 20.000 dólares.

Y que podemos diseñar y fabricar nosotros. Ya ves para adónde apunto los tiros. ¿Aviones avanzadísimos? ¿O al menos que no sean biplanos? Ya perdimos esa carrera. No tiene sentido correr detrás de un tren que se te escapa. Si tenés los recursos humanos, y la Argentina los tiene, lo que hacés es esperarlo en la estación siguiente.

Tenemos que resucitar el Proyecto SARA, Sistema Aéreo Robotizado Argentino, que estaba desarrollando INVAP con FAdeA y el Ejército hasta 2015, y que Macri canceló y desde entonces no ha resucitado.

Y dado que INVAP diseña y construye buenos radares, tenemos que empezar a desarrollar baterías misilísticas móviles terrestres.

Puedo equivocarme, pero creo que los aviones de combate del futuro se van a parecer un poco al Pampa, pero supersónicos, sin armamento propio a muy poco, más grandotes, llenos de contramedidas para eludir radares y con dos tipos en la cabina, sentados en tándem. Y el tipo realmente importante va a ser no el piloto, que va adelante, sino el que va sentado atrás, dirigiendo una banda de drones volando decenas de kilómetros al frente, y esos sí dotados de radar y armas. Y todo va a estar coordinado en red por los data-links.

Lo que yo veo en un futuro son enjambres de drones semiautónomos. Por la sencilla razón que son más descartables que la gente.

Homemaje de Dossier Geopolitico al Dia de la Soberania Nacional Argentina

El «Himno a la gesta de la Vuelta de Obligado» es una canción que honrra la Batalla de la Vuelta del Obligado (sucedida el 20 de Noviembre de 1845) y a la vieja Confederación Argentina en su lucha contra el imperio Francés y el imperio Británico, que intentaron bloquear la confederación desde 1845 hasta 1850 con el objetivo de dejar el libre paso comercial en los ríos Paraná y Uruguay. La batalla resultó en una victoria pírrica para los invasores, y la guerra fue ganada por la Argentina. Los personajes más notables de la batalla fueron Juan Manuel de Rosas, el principal caudillo de la confederación, Lucio Norberto Mansilla, quien comandó las fuerzas argentinas en la batalla, y el almirante Guillermo Brown, un Irlandés que creó la flota de la nación. Los autores de la canción son Marta Pizzo y Walter Larroquet, y el intérprete es Daniel Argañaraz.

Por Emilio Luis Magnaghi*

La interacción entre países vecinos y potencias mundiales en contra de nuestros intereses podría hacernos pasar un mal rato si no se toma conciencia de que es necesario establecer, entre otras, acciones concretas de política exterior

Un claro signo de los tiempos que nos tocan atravesar a los argentinos son los debates políticos, en los que poco o nada se habla de las relaciones internacionales.

“La verdadera política es la exterior”, supo decir una persona que fue tres veces presidente. Hoy, por el contrario, parecemos enredados en cuestiones domésticas y menores, pero hay varios indicios que pueden llevarnos a un violento despertar de esta apatía que nos envuelve. A saber:

  1. El Paraguay ha iniciado una serie de protestas y de acciones concretas contra los intereses argentinos, especialmente en todo lo relacionado con la Hidrovía Paraná/Paraguay y con el uso de la energía eléctrica que se genera en nuestra represa común de Yacyretá. Los mismos no suenan menores, pues han sido voceados por su propio presidente, Santiago Peña.
  2. El Uruguay, por su parte, no pierde oportunidad de mostrar su desagrado hacia nosotros; pese a las ventajas que le otorga nuestra vecindad y su calidad de socio menor del Mercosur. Por ejemplo, todo barco, tanto civil, pesquero o militar que tenga por destino nuestras Islas Malvinas, encuentra en sus puertos una recalada segura y el apoyo logístico necesario.
  3. La República de Chile, como sabemos, tiene una larga historia de diferendos limítrofes con nuestro país. No importa cuántas veces creamos que se ha cerrado el último de ellos entre nosotros, para que los trasandinos vuelvan a iniciar uno nuevo. Tal como ha sido el reclamo de su presidente Sebastián Piñera en uno de sus últimos actos de gobierno, por el cual Chile se adjudicó 5.000 kilómetros cuadrados de espacio marítimo bajo nuestra jurisdicción nacional.
  4. El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, el padre de todos nuestros enemigos, parece no descansar desde antes mismo de ser argentinos y nos invadiera en dos oportunidades, nos bloqueara junto con Francia y nos arrebatara con el apoyo de los EE.UU. nuestras queridas Islas Malvinas y demás dependencias del Atlántico Sur. Para colmo de males, el tiempo no ha hecho más que consolidar ese despojo con acciones vinculadas a la pesca y a la explotación de los recursos del subsuelo marino.

Pero la cuestión pinta mucho peor cuando analizamos las interacciones entre ellos. Por ejemplo, cuando comprobamos que el Cuerpo Militar de Ingenieros del Ejército de los EE.UU. participa de los trabajos que el Paraguay pretende hacer en la Hidrovía. También, la estrecha e histórica colaboración que existe entre los gobiernos de Chile y Gran Bretaña cuando se trata de oponerse, ya sea por medios pacíficos o violentos, al desarrollo de las cuestiones vinculadas con intereses argentinos en la Antártida y en el Atlántico Sur.

Tampoco pueden excluirse de esta asociación en nuestra contra las ventajas que obtienen países como la República Oriental del Uruguay y el propio Reino de España en lo referente al apoyo que prestan a la usurpación británica de nuestras queridas Islas Malvinas.

Exigencias de la geopolítica

¿Qué es lo que lleva a todos estos países -o al menos a sus clases dirigentes- a desarrollar políticas antiargentinas? Y enfatizamos en la palabra dirigentes, pues no dejamos de ver a sus dirigidos en estas tierras cada vez que necesitan emigrar o, simplemente, atenderse de una dolencia médica o educarse en nuestras universidades gratuitas.

No se trata de levantar banderas xenófobas. Nuestra historia es rica al respecto. Nuestros ejércitos han enarbolado sus banderas por Santiago de Chile, Lima, Guayaquil, Montevideo, Ituzaingó y Asunción, pero siempre lo han hecho en tren de libertadores y nunca de conquistadores.

Pero más allá de la Historia están las exigencias puras y duras de la Geopolítica, que un poco cínicamente afirmaba el inglés Lord Parlmenston de que los Estados no tienen ni amigos ni enemigos permanentes, sino intereses permanentes.

Más humanamente, un gran autor político alemán, Carl Schmitt, sostuvo que la primera y más importante decisión de toda Nación es elegir a sus amigos y a sus enemigos.

¿Qué hacer hacia el futuro?

Como argentinos de ley preferimos las recomendaciones de Schmitt, pues la Argentina ha conquistado amigos y, de paso, se ha sabido ganar buenos enemigos históricos.

De hecho, tenemos un Premio Nobel, el de la Paz, otorgado a Carlos Saavedra Lamas, cuando supo mediar en el conflicto militar entre Paraguay y Bolivia por la guerra del Gran Chaco.

También hemos adherido a sabias doctrinas de las Relaciones Internacionales, como la no injerencia en asuntos internos de otros Estados y al no cobro por medios militares de las deudas externas de los países.

Todo eso está en nuestra genética y en la historia, pero ahora se trata de seguir adelante de cara al futuro, y al respecto la pregunta que nos hacemos es: ¿qué hacer?

Lo que se impone es la recomposición de los tres elementos que hacen a la tranquilidad exterior de toda nación de esta Tierra. En primer lugar, fortalecer los instrumentos de nuestra diplomacia como la causa eficiente que debe materializar y concretar nuestras acciones concretas de política exterior.

En segundo lugar, hay que devolver las capacidades necesarias a nuestras Fuerzas Armadas, pues deben ser el necesario respaldo de nuestras políticas externas.

Y en tercer y último punto, no dejar de desarrollarnos económicamente mediante la producción de bienes y servicios que no solo hagan al bienestar de nuestra población, sino también que sean contribuyentes de las dos condiciones anteriores ya señaladas, las de la Defensa y la de la Diplomacia.

La frase “Estamos rodeados, no los dejemos escapar” es a menudo atribuida al rey espartano Leónidas durante la Batalla de las Termópilas, en 480 a.C, y muy bien puede aplicarse a nuestra situación actual.

Y aquí agregamos la no menos conocida de: “Argentinos, a las cosas”

El Doctor *Emilio Luis Magnaghi es Director del Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa Nacional Santa Romana. Autor de El momento es ahora y El ABC de la Defensa Nacional.

Publicado en la Revista Defensa y Seguridad. Link: https://deyseg.com/analysis/1150

Por finian CUNNINGHAM Ex editor y escritor de las principales organizaciones de medios de comunicación. Ha escrito extensamente sobre asuntos internacionales, con artículos publicados en varios idiomas. 11 de junio de 2023

Verificación de la realidad: los belicistas Gran Bretaña y los EE. UU. están llevando al mundo al abismo.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, fue a Washington la semana pasada, con la gorra en la mano, pregonando un trato nefasto. Después del Brexit, Gran Bretaña está buscando un pacto comercial bilateral muy codiciado con los Estados Unidos, y para aprovechar el favor del Tío Sam, los británicos están ofreciendo intensificar su papel como provocadores en jefe en la guerra de poder contra Rusia.

El presidente estadounidense Joe Biden y Sunak elogiaron los tópicos habituales sobre la “relación especial” de sus naciones durante el viaje de dos días del primer ministro británico a Washington. Sunak agregó un nuevo epíteto empalagoso, refiriéndose a Estados Unidos y Gran Bretaña como la “alianza indispensable” del mundo.

Encabezando su agenda en la cumbre de la Casa Blanca estaba el conflicto en Ucrania, Rusia, China y los asuntos comerciales.

Biden y Sunak dieron a conocer una “Declaración del Atlántico” que promete una cooperación más estrecha en economía, seguridad, inteligencia militar y artificial entre Estados Unidos y Gran Bretaña.

Pero lo que faltaba de manera crucial por parte de los EE. UU. era cualquier compromiso concreto con un nuevo acuerdo comercial bilateral. Cuando Gran Bretaña abandonó la Unión Europea en 2020, la salida histórica de ese bloque comercial se hizo calculadamente con la aspiración de asegurar un acuerdo comercial especial alternativo con los Estados Unidos.

El gobierno conservador se comprometió con los votantes británicos a asegurar un pacto comercial entre EE. UU. y el Reino Unido en las últimas elecciones generales de 2019. Sin embargo, casi cuatro años después, Londres no está más cerca de atarse a la balsa estadounidense después de separarse de la UE. Esa situación a la deriva ha causado una agitación económica y política sin precedentes en Gran Bretaña.

Sunak es el tercer primer ministro británico con el que Biden ha tenido tratos como presidente, lo que refleja la política inestable en Gran Bretaña provocada por sus tribulaciones posteriores al Brexit.

Asegurar un acuerdo comercial con Estados Unidos es una necesidad prioritaria para Londres. A medida que Washington, bajo la administración de Biden, adopta políticas económicas más proteccionistas, Gran Bretaña desea obtener concesiones para acceder a la economía estadounidense.

Esta coyuntura tensa es lo que hace que el papel de Londres como secuaz global de Washington sea más peligroso de lo habitual. Para ganar favores económicos, Gran Bretaña está más dispuesta que nunca a intensificar las hostilidades imperiales estadounidenses hacia Rusia y China. Esas hostilidades están impulsadas por el propio declive imperial de Washington como la supuesta “única superpotencia” y “hegemonía mundial”.

Durante su reunión en la Casa Blanca, Sunak presentó deliberadamente a Gran Bretaña y Estados Unidos como los dos principales partidarios militares de Ucrania en la guerra contra Rusia. También dijo que Gran Bretaña asumiría un papel de liderazgo en la consolidación de la nueva alianza militar, AUKUS, entre Australia, el Reino Unido y los EE. UU. Esa alianza, que implica el suministro de submarinos de propulsión nuclear a Australia, tiene como objetivo explícito enfrentar a China en el Asia-Pacífico. En un intento afectado de sonar profundo, Sunak dijo que la seguridad del Atlántico era “indivisible” de la seguridad en Asia-Pacífico.

En el conflicto de Ucrania durante los últimos 16 meses, Gran Bretaña se ha distinguido como el provocador en jefe de la OTAN. Mientras estaba en Washington, Sunak se jactó de que Gran Bretaña suministraba tanques de combate, misiles de largo alcance y entrenaba a pilotos ucranianos en los aviones de combate F-16 de fabricación estadounidense que pronto se entregarían.

El primer ministro británico también se impuso servilmente la tarea de impulsar a otros miembros europeos de la alianza de la OTAN a aumentar su apoyo militar (es decir, comprar las armas del Pentágono) para Ucrania. Para deleite de Washington, sin duda.

La guerra en Ucrania está llegando a una etapa más peligrosa de confrontación directa de la OTAN con Rusia. La “guerra no declarada” hasta ahora puede convertirse en un conflicto total entre estados con armas nucleares.

Mientras Sunak visitaba la Casa Blanca (era su cuarta reunión con Biden en cuatro meses), el régimen de Kiev respaldado por la OTAN comenzó su tan esperada contraofensiva contra las fuerzas rusas. Hubo informes de tanques suministrados por la OTAN destruidos en los últimos combates.

Los misiles de crucero Storm Shadow suministrados recientemente por Gran Bretaña, con un alcance de 300 km, el más largo entre todos los misiles de la OTAN suministrados hasta ahora, han estado apuntando a territorio ruso. Algunas de las armas británicas han alcanzado centros civiles causando muertes.

Londres también ha suministrado proyectiles de artillería con uranio empobrecido al ejército ucraniano, que Moscú ha condenado furiosamente como equivalente a “lanzar bombas sucias”.

Gran Bretaña ha enviado la mayor cantidad de fuerzas especiales de los 31 estados miembros de la OTAN para ayudar a Ucrania en el terreno.

La Gran Bretaña posterior al Brexit se encuentra en un dilema creado por ella misma. Ha perdido influencia en la UE, el bloque comercial más grande del mundo, pero los vanidosos sueños de Londres de una “Gran Bretaña Global” no se han materializado. Lejos de ahi. La economía y la sociedad de Gran Bretaña se están derrumbando bajo su propio peso de pobreza, desigualdad y corrupción (como la esposa multimillonaria de Sunak que no paga sus impuestos en Gran Bretaña).

Estados Unidos, a pesar de toda la retórica sobre tener una “relación especial”, no le ha dado a Gran Bretaña un salvavidas en la forma de un acuerdo comercial bilateral a medida. Cortada a la deriva, Londres es una entidad peligrosa (más peligrosa de lo habitual, eso es). La coacción económica puede hacer que Gran Bretaña se muestre más solícita con el Tío Sam para desempeñar su papel de ejecutor imperial.

La pérfida Albion ya ha sido fundamental en la orquestación de varias provocaciones a Rusia durante el conflicto de Ucrania. Para los belicistas en Washington que quieren impulsar una confrontación con Rusia y China, el bulldog británico necesitado está en condiciones adecuadas para actuar como un perro de ataque aún más feroz.

Curiosamente, Biden se refirió a su reunión con Sunak como similar al primer encuentro entre Franklin D Roosevelt y Winston Churchill en la Casa Blanca para planificar la invasión del Día D en Europa. La arrogancia y la distorsión delirante de la historia son asombrosas.

“Y confío en que el Reino Unido y los Estados Unidos continuarán liderando el mundo hacia una mayor paz, prosperidad y seguridad para todos”, dijo Biden.

Verificación de la realidad: los belicistas Gran Bretaña y los EE. UU. están llevando al mundo al abismo.

FUENTE: https://strategic-culture.org/news/2023/06/11/britain-poses-as-uncle-sam-war-enforcer-in-return-for-much-needed-trade-deal/ 

La declaración de 2700 palabras de los líderes del G7 sobre Ucrania emitida en Hiroshima después de su reunión cumbre pasó por alto la cuestión candente de hoy: la contraofensiva contra las fuerzas rusas.

Por M.K.Bhadrakumar  21 de mayo

Es un silencio ensordecedor, ya que circulan rumores sobre la desaparición del comandante en jefe de las fuerzas armadas de Ucrania. Significativamente, el propio presidente Vladimir Zelensky se está escabullendo de las capitales mundiales de gira de Kiev: Helsinki, La Haya, Roma, El Vaticano, Berlín, París, Londres y Jeddah e Hiroshima.  Parece que algo está podrido en el estado de  Dinamarca.

Al finalizar la cumbre del G7, el jefe del PMC de Wagner, Yevgeny Prigozhin, anunció el sábado que la operación rusa para capturar el centro de comunicaciones estratégicas de Bakhmut en la región de Donbass, en el este de Ucrania, que duró 224 días, se completó con éxito, superando la resistencia de más de 80.000 soldados ucranianos. 

Es un momento doloroso para Zelensky, quien se había jactado ante los legisladores estadounidenses en el Capitolio en diciembre pasado de que “al igual que la Batalla de Saratoga (en 1777 durante la Guerra Revolucionaria Estadounidense), la lucha por Bahamut cambiará la trayectoria de nuestra guerra por la independencia. y por la libertad.” 

Mientras tanto, para distraer la atención, ahora se habla de un cambio sutil en la política de EE. UU. con respecto al suministro de aviones de combate F-16 a Ucrania en un futuro indeterminado. En realidad, sin embargo, nadie puede decir cómo se verá el estado de la grupa ucraniana cuando lleguen los aviones.   Como era de esperar, la Administración Biden todavía parece estar en dos mentes. F-16 es un artículo caliente para la exportación; ¿Qué pasaría si los rusos lo volarán del cielo con sus armas de alta tecnología y arruinaran su fama? 

Los rusos parecen haber llegado a la conclusión de que nada menos que una victoria total hará que los estadounidenses y los británicos entiendan que Moscú habla en serio sobre los tres objetivos detrás de las operaciones militares especiales que no son negociables: seguridad y protección de la comunidad étnica rusa y su derecho a vivir en paz y dignidad en los nuevos territorios; desmilitarización y desnazificación de Ucrania; y una Ucrania neutral, soberana e independiente liberada de las garras de Estados Unidos y que ya no sea un vecino hostil. 

Sin duda, los niveles sin precedentes de hostilidad estadounidense hacia Rusia solo endurecieron la determinación de Moscú. Si la alianza anglosajona sigue subiendo la escalera de escalada, la campaña rusa bien puede expandir la operación a toda la región al este del río Dniéper. Los rusos están en esta guerra a largo plazo y la pelota está en la cancha estadounidense.

Lo que me viene a la mente es un discurso del presidente Vladimir Putin en julio pasado mientras se dirigía a la Duma. Él había dicho:  “Hoy escuchamos que quieren derrotarnos en el campo de batalla.  ¿Bien, qué puedo decir? Deja que lo intenten. Ya hemos oído hablar mucho de que Occidente quiere luchar contra nosotros ‘hasta el último ucraniano’.  Esta es una tragedia para el pueblo ucraniano, pero parece ser hacia donde se dirige. Pero todos deben saber que, en general, aún no hemos comenzado nada en serio”. 

Bueno, la operación rusa finalmente comenzó «en serio». El pensamiento detrás de la demora es inconfundible. Putin subrayó en su discurso que Occidente debe saber que cuanto más dure la operación militar especial de Rusia, “más difícil será para ellos negociar con nosotros”. 

Por lo tanto, la gran pregunta es sobre la contraofensiva ucraniana. Las fuerzas rusas disfrutan militarmente de una superioridad abrumadora en todos los sentidos. Incluso si el núcleo duro de las fuerzas ucranianas que fueron entrenadas en Occidente, que suman entre 30 y 35 000 soldados, logran algún “avance” en la línea del frente de 950 kilómetros de largo, ¿qué sucede a partir de entonces? 

No se equivoquen, seguirá un contraataque ruso masivo y los soldados ucranianos solo pueden terminar en una trampa de fuego y sufrir grandes pérdidas en sus decenas de miles. ¿Qué habría logrado el eje anglosajón? 

Además, el ejército ucraniano se habrá agotado tanto que nada impedirá que las fuerzas rusas avancen hacia Jarkov y Odessa. Aquí radica la paradoja. Porque, a partir de ese momento, los rusos no tendrán con quién hablar. 

Si el comportamiento estadounidense en el pasado, ya sea en Vietnam, Afganistán o Irak y Siria, es algo a lo que atenerse, Washington no hará nada. El conocido pensador estratégico estadounidense, el coronel (retirado) David MacGregor, no podría haber dicho las cosas mejor cuando dijo a principios de esta semana: 

“Puedo decirles que Washington no va a hacer nada. Y siempre he advertido… nosotros (Estados Unidos) no somos una potencia continental, no somos una potencia terrestre en ningún lugar excepto en nuestro propio Hemisferio. Somos principalmente una potencia aeroespacial y marítima, al igual que Gran Bretaña. ¿Y qué significa eso? Cuando nos va mal, navegamos, volamos, volvemos a casa… Eso es lo que hacemos siempre. Eventualmente, simplemente nos vamos. Y creo que eso está en la agenda ahora”. 

El silencio sepulcral de la declaración del G7 sobre la contraofensiva ucraniana es comprensible. La declaración del G7 debe yuxtaponer con un informe que apareció en Político en la víspera de la cumbre en Hiroshima que, citando a altos funcionarios estadounidenses, elaboró ​​​​un audaz plan para transformar la guerra de Ucrania en un «conflicto congelado» en la analogía de la Península de Corea o Cachemir. 

Un funcionario del Pentágono le dijo al diario que los recientes paquetes de ayuda militar a Ucrania reflejan el “cambio a una estrategia a más largo plazo” de la administración Biden. Según se informa, los funcionarios estadounidenses ya están hablando con Kiev sobre la naturaleza de su relación en el futuro. 

Principalmente, si la oferta de membresía de Ucrania en la OTAN se estanca, las garantías occidentales podrían variar desde un acuerdo de defensa mutua del Artículo 5 al estilo de la OTAN hasta acuerdos de armas con Ucrania al estilo de Israel para que “el conflicto termine en algún lugar entre una guerra activa y un enfrentamiento frío. ”

De hecho, la declaración del G7 comenzó a conceptualizar la «europeización» de Ucrania con reformas, una economía de mercado impulsada por el sector privado y las instituciones financieras occidentales, e impulsando militarmente la capacidad disuasoria de Kiev frente a Rusia. 

Es bastante asombroso. Apenas se ha descifrado una narrativa defectuosa, que propugna la derrota militar de Rusia en Ucrania y el derrocamiento de Putin, se está levantando otra narrativa, basada en la noción simplista de que Rusia simplemente se dará la vuelta y observará pasivamente a EE. UU. integrando a Ucrania en el sistema de alianza occidental para crear una herida abierta enconada en las fronteras occidentales de Rusia que consumirá recursos durante las próximas décadas y complican los lazos con los vecinos.

Sin embargo, la reacción del canciller ruso Lavrov a la Cumbre del G7 confirma que Moscú no caerá en la trampa de un “conflicto congelado”. Lavrov dijo: “¿Podría echar un vistazo a las decisiones que se están debatiendo y adoptando en la cumbre del G7 en Hiroshima y que tienen como objetivo la doble contención de Rusia y la República Popular China?

“Se anunció en voz alta y franca el objetivo, que es derrotar a Rusia en el campo de batalla, y sin detenerse en esto, eliminarla después como rival geopolítico, por así decirlo, junto a cualquier otro país que reclame un lugar independiente en el mundo. , serán reprimidos como oponentes.”

Lavrov también señaló que la comunidad de expertos de los países occidentales está discutiendo abiertamente la orden de elaborar escenarios destinados a la ruptura de Rusia, y “no ocultan que la existencia de Rusia como un centro independiente es incompatible con el objetivo de la dominación global de Occidente. .” El Ministro dijo: “Tenemos que dar una respuesta firme y consistente a la guerra que se nos declara”.

Sin embargo, no es que los estadounidenses sean incapaces de ver la guerra a través de los ojos de Rusia. Lea aquí una carta pidiendo un poco de cordura en Washington escrita por un grupo de distinguidos ex diplomáticos y oficiales militares estadounidenses asociados con Eisenhower Media Network. Por cierto, pagaron para que saliera en el New York Times, pero el resto de medios del establishment optaron por ignorarlo.

Dossier Geopolitico publica el discurso completo del Secretario de Exteriores del Reino Unido sobre la posición oficial del Reino con relación a la República Popular de China, consideramos que es muy importante conocer el posicionamiento de está potencia de segundo orden que lidera al Commonwealth y que es el principal socio anglosajón de EEUU, y también publicamos el análisis del mismo realizado por el periodico Chino Global Times órgano del PCCh 

Hablando en Mansion House en la ciudad de Londres, el Secretario de Relaciones Exteriores James Cleverly describió la posición del gobierno del Reino Unido sobre China.

Mi señor alcalde, sus excelencias, señor presidente, señores, señoras y señores, gracias por invitarme a hablar con ustedes esta noche y, aunque es tradicional en este discurso cubrir toda la amplitud de los asuntos mundiales.

Espero que me perdonen por centrarme en un número menor de cuestiones que nos confrontan porque sería negligente de mi parte no comenzar con la crisis actual en Sudán.

Como era de esperar, he estado en reuniones COBR y otras reuniones sobre nuestra respuesta a la situación actual. Puedo informarle que un vuelo de la Royal Air Force ha salido de Sudán, llevando a ciudadanos británicos a un lugar seguro esta noche, y seguirán más.

Desde el comienzo de esta crisis, hemos estado planeando cómo sacar a nuestra gente. Y ahora que nuestros llamados e internacionales para un alto el fuego en Jartum han sido atendidos, estamos poniendo en práctica esos planes, dando prioridad a los más necesitados: grupos familiares, enfermos y ancianos.

Me alienta que ambas facciones hayan pedido un alto el fuego de 72 horas, aunque, por supuesto, no podemos estar seguros de cuánto tiempo se mantendrá, y cualquier evacuación de una ciudad con cicatrices de batalla es inherentemente peligrosa.

Gran Bretaña está trabajando mano a mano con nuestros socios en todo el mundo. Y después de esta operación, haremos todo lo posible, junto con nuestros amigos de la región, para asegurar una solución duradera a este trágico conflicto.

Y, por supuesto, la situación en Sudán no nos distrae de nuestro trabajo para apoyar la lucha de Ucrania contra la agresión rusa, y sé que mis colegas del G7 y otros colegas de todo el mundo estarán de acuerdo con nuestro enfoque en eso.

Incluso cuando las emergencias del día aparentemente lo consumen todo, es vital nunca perder de vista las preguntas más importantes a largo plazo. Así que esta noche propongo centrarme en un tema que definirá nuestra época, y es la política de China y el Reino Unido hacia ella.

A menudo me piden que exprese esa política en una sola frase, o que resuma a China en una sola palabra, ya sea ‘amenaza’, ‘socio’ o ‘adversario’. Y quiero comenzar explicando por qué eso es imposible, poco práctico y, lo que es más importante, imprudente.

China es uno de los pocos países que puede remontar su existencia a más de 2 milenios, hasta el 221 a. C., cuando fue unida por la dinastía Qin.

Una y otra vez a lo largo de los siglos, la guerra civil o las invasiones extranjeras dividieron a China en reinos rivales, pero después de cada período de agitación, China siempre ha resurgido. La primera línea de la epopeya china ‘Romance de los Tres Reinos’ describe este ciclo:

Los imperios crecen y decaen; los estados se separan y se fusionan.

Y mucho antes de que se fusionaran en una entidad política, el pueblo chino creó su idioma y su civilización. Sus caracteres escritos aparecieron en la dinastía Shang en el segundo milenio antes de Cristo.

Sus inventos – el papel, la imprenta, la pólvora, la brújula – estas cosas transformaron la fortuna de toda la humanidad….

…Estas innovaciones son la clave para comprender por qué la economía de China estuvo entre las más grandes del mundo durante 20 de los últimos 22 siglos, y por qué China, en 1820, representaba un tercio del PIB mundial, más que Estados Unidos, el Reino Unido y Europa juntos....

Entonces sobrevinieron las calamidades, una tras otra; algunos provocados por agresiones extranjeras; otros provenientes de la propia China. La más mortífera de las cuales fue la hambruna de Mao, que se cobró decenas de millones de vidas, más que cualquier otra hambruna en la historia de la humanidad.

Sin embargo, los últimos 45 años han visto otro cambio asombroso. Al liberar el genio emprendedor de su gente, China ha logrado la mayor y más rápida expansión económica que el mundo jamás haya conocido. No menos de 800 millones de personas han salido de la pobreza, en una nación que abarca una quinta parte de toda la humanidad, y una vasta área casi tan grande como la Europa continental desde el Atlántico hasta los Urales.

Así que perdónenme cuando digo que ningún eslogan contundente o adjetivo plausible puede hacer justicia a un país así oa cualquier enfoque sensato hacia él. Si está buscando la política exterior británica por fragmentos, me temo que se sentirá decepcionado.

Mi punto de partida es un reconocimiento de la profundidad y complejidad de la historia y la civilización chinas y, por tanto, por extensión, de nuestra propia política.

Y apoyo esa política en una serie de premisas, la primera de las cuales es que, independientemente de nuestras diferencias con los líderes de China, me regocijo por el hecho de que tantos chinos hayan escapado de la pobreza. No vivimos en un mundo miserable de suma cero: su ganancia es nuestra ganancia. Una China estable, próspera y pacífica es buena para Gran Bretaña y buena para el mundo.

De cara al futuro, rechazo cualquier noción de inevitabilidad. Nadie predijo el rápido ascenso de China de la hambruna masiva a la relativa prosperidad, y hoy nadie puede estar seguro de que el gigante económico de China continuará indefinidamente.

El año pasado, por primera vez desde la muerte de Mao en 1976, la economía de China no creció más rápido que la economía mundial, lo que significa que la participación de China en el PIB mundial se mantuvo constante en 2022. E incluso si China se convierte en la economía más grande del mundo en la próxima década, puede que no mantenga ese lugar por mucho tiempo, ya que una población en declive y que envejece pesa cada vez más sobre el crecimiento futuro.

Tampoco veo nada inevitable en el conflicto entre China y Estados Unidos y Occidente en general. No estamos obligados a ser prisioneros de lo que Graham Allison llamó la ‘trampa de Tucídides’, en la que una potencia en ascenso sigue la trayectoria de la antigua Atenas y choca de frente con una superpotencia establecida.

Tenemos agencia; tenemos opciones; y también nuestros homólogos chinos.

Nuestra tarea es dar forma al curso de los acontecimientos futuros, no sucumbir al fatalismo. Y debemos enfrentar la realidad ineludible de que ningún problema global significativo, desde el cambio climático hasta la prevención de pandemias, desde la inestabilidad económica hasta la proliferación nuclear, puede resolverse sin China.

Renunciar al diálogo con China sería renunciar a abordar los mayores problemas de la humanidad. Peor aún, estaríamos ignorando hechos sobresalientes, vitales para nuestra seguridad y nuestra prosperidad.

Mientras hablo, el mayor depósito de datos de salud del mundo está en China. La mayor fuente de ingredientes activos para los productos farmacéuticos del mundo se encuentra en China. Y la mayor fuente de emisiones de carbono también se encuentra en China. De hecho, China ha emitido más carbono a la atmósfera en los últimos 10 años que este país desde los albores de la revolución industrial en el siglo XVIII.

La forma en que China regula sus datos, cómo China desarrolla sus productos farmacéuticos, cómo China lleva a cabo la investigación médica, tendrá una importancia fundamental para toda la humanidad. 

Y si China reduce o no sus emisiones de carbono, probablemente marcará la diferencia entre que nuestro planeta evite los peores estragos del cambio climático o sufra una catástrofe.

Ya hemos aprendido a nuestra costa cómo el manejo de una pandemia por parte de China puede afectar al mundo entero. Así que no lo duden: las decisiones que se tomen en Beijing van a afectar nuestras vidas.

¿No nos debemos a nosotros mismos esforzarnos por influir en esas decisiones en nuestro propio interés? Sería claro y fácil, y tal vez incluso satisfactorio, para mí declarar una especie de nueva Guerra Fría y decir que nuestro objetivo es aislar a China. Sería claro, sería fácil, sería satisfactorio y estaría mal, porque sería una traición a nuestro interés nacional y una mala interpretación deliberada del mundo moderno.

De hecho, este gobierno promoverá los intereses británicos directamente con China, junto con nuestros aliados, mientras defiende firmemente nuestra seguridad nacional y nuestros valores. Y podemos esperar profundos desacuerdos; tratar con China, les puedo asegurar, no es para los pusilánimes; representan una tradición autoritaria despiadada totalmente en desacuerdo con la nuestra.

Pero tenemos la obligación de comprometernos con las generaciones futuras porque, de lo contrario, estaríamos fallando en nuestro deber de sostener y dar forma al orden internacional. Eludir ese desafío sería un signo no de fuerza sino de debilidad.

Vladimir Putin nunca tuvo la intención de demostrar el poder de un Occidente unido cuando lanzó su embestida contra Ucrania. Pero nuestra respuesta muestra que cuando Gran Bretaña, Estados Unidos, Europa y nuestros otros socios en todo el mundo se mantienen unidos, estamos a la altura de cualquier cosa.

Deberíamos tener toda la confianza en nuestra capacidad colectiva para comprometernos de manera sólida y también constructiva con China, no como un fin en sí mismo, sino para gestionar los riesgos y producir resultados. Y hemos logrado resultados.

Deja que te dé algunos ejemplos. En una investigación de 2017, la investigación británica convenció al ministerio de agricultura chino para que actuara contra el peligro de la resistencia a los antibióticos al restringir la colistina, un antibiótico que se usa en la alimentación animal. Las ventas cayeron un 90 %, haciendo que todos en el mundo estén más seguros.

El año pasado, nuestros diplomáticos en China ayudaron a persuadir a las autoridades para que modificaran un proyecto de ley de adquisiciones, lo que mejoró las posibilidades de que las empresas del Reino Unido presenten ofertas para contratos de empresas estatales. Este año, obtuvieron licencias por valor de 600 millones de libras esterlinas para que las instituciones del Reino Unido lanzaran empresas de gestión de fondos en China.

La posición de Gran Bretaña como miembro fundador del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura también nos ha permitido influir en el enfoque de China hacia esta nueva institución, evitando que se convierta en una extensión politizada de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. China es el mayor accionista de este Banco, el Banco tiene su sede en Beijing y, sin embargo, una semana después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, congeló todos los proyectos en Rusia.

Pero aunque el compromiso puede tener éxito, la verdad es que un país como el nuestro, dedicado a la libertad y la democracia, siempre estará dividido entre nuestro interés nacional en tratar con China y nuestro aborrecimiento por los abusos de Beijing. Cuando vemos cómo los estados autoritarios tratan a su propia gente, nos preguntamos qué nos harían si tuvieran la oportunidad. Y la historia nos enseña que la represión en casa a menudo se traduce en agresión en el exterior.

Entonces, nuestra política debe combinar 2 corrientes: debemos comprometernos con China cuando sea necesario y ser inquebrantablemente realistas sobre su autoritarismo.

Y eso significa nunca vacilar de un principio claro. No esperamos que nuestros desacuerdos con China se resuelvan rápidamente, pero esperamos que China respete las leyes y obligaciones que ha contraído libremente.

Por lo tanto, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, China ha asumido la responsabilidad especial de defender la Carta de las Naciones Unidas. Como parte de la Declaración Conjunta, China acordó preservar la libertad de Hong Kong. Como signataria de la Declaración Universal de Derechos Humanos, de la Convención contra la Tortura y de muchos otros instrumentos del derecho internacional, China ha aceptado una serie de obligaciones.

Y si China las viola, tenemos derecho a decirlo, y tenemos derecho a actuar, y lo haremos, como lo hicimos cuando China desmanteló las libertades de Hong Kong, violando su propia promesa, razón por la cual entregamos casi 3 millones de El pueblo de Hong Kong un camino hacia la ciudadanía británica.

La coexistencia pacífica debe comenzar con el respeto de las leyes e instituciones fundamentales, incluida la Carta de las Naciones Unidas, que protege a todos los países contra invasiones. Y eso significa todos los países: un diplomático chino en París no puede, no debe y no decidirá el estatus legal de los países soberanos.

Al atacar a Ucrania, Rusia ha proporcionado una lección práctica sobre cómo no debe comportarse un estado miembro de la ONU. Y Putin también ha pisoteado los propios principios declarados de China de no interferencia y respeto por la soberanía.

Una nación poderosa y responsable no puede simplemente abstenerse cuando esto sucede, o acercarse al agresor, o ayudar e instigar esa agresión. Un país que quiere un lugar respetado en la cúspide del orden mundial debe defender sus propios principios y mantener sus obligaciones solemnes, obligaciones de defender las leyes en la base misma de ese orden.

Esta responsabilidad va de la mano con el derecho de China a desempeñar un papel global acorde con su tamaño y su historia. Y los derechos de una nación soberana como Ucrania no pueden erradicarse simplemente porque el erradicador disfruta de una ‘asociación estratégica’ con China.

Entonces, la política británica hacia China tiene 3 pilares.

Primero, fortaleceremos nuestras protecciones de seguridad nacional dondequiera que las acciones de Beijing representen una amenaza para nuestra gente o nuestra prosperidad.

No vamos a guardar silencio sobre la injerencia en nuestro sistema político, ni el robo de tecnología, ni el sabotaje industrial. Haremos más para salvaguardar la libertad académica y la investigación.

Y cuando haya tensiones con otros objetivos, siempre pondremos primero nuestra seguridad nacional. Por lo tanto, estamos construyendo nuestra red 5G de la manera más segura, no de la manera más rápida o económica.

Los líderes de China definen sus intereses fundamentales, y es natural que lo hagan. Pero también tenemos intereses centrales, y uno de ellos es promover el tipo de mundo en el que queremos vivir, donde las personas en todas partes tengan el derecho humano universal a ser tratadas con dignidad, libres de tortura, libres de esclavitud, libres de arbitrariedades. detención.

Y no hay nada exclusivamente ‘occidental’ en estos valores: la tortura duele tanto a quienquiera que se la inflija.

Entonces, cuando Gran Bretaña condena el encarcelamiento masivo del pueblo uigur en Xinjiang, espero que nuestros homólogos chinos no crean en su propia retórica de que simplemente buscamos interferir en sus asuntos internos. Así como deberíamos esforzarnos más por entender a China, espero que los funcionarios chinos entiendan que cuando su gobierno construye una versión del siglo XXI del archipiélago gulag, encerrando a más de un millón de personas en el punto álgido de esta campaña, a menudo por no hacer nada más que observando su religión, esto remueve algo muy profundo dentro de nosotros.

Cuando las Naciones Unidas encuentran que la represión de China en Xinjiang puede, y cito, “constituir crímenes internacionales, en particular crímenes contra la humanidad”, nuestra repulsión es sincera y compartida por unanimidad en todo nuestro país y más allá. No vamos a dejar que lo que sucedió en Xinjiang se desvanezca o se deje de lado. No podemos ignorar esto simplemente porque esto está sucediendo al otro lado de una frontera, o que plantearlo podría considerarse poco armonioso o descortés.

En segundo lugar, el Reino Unido profundizará nuestra cooperación y fortalecerá nuestra alineación con nuestros amigos y socios en el Indo-Pacífico y en todo el mundo.

Nuestro objetivo será reforzar la seguridad colectiva, profundizar los vínculos comerciales, defender el derecho internacional y equilibrar y competir donde sea necesario. Así que estoy encantado de que Gran Bretaña pronto sea el miembro número 12 de la Asociación Transpacífica , reforzando nuestros lazos comerciales con economías de rápido crecimiento.

Ya somos el único país europeo en ser Socio de Diálogo de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático. Estamos profundizando nuestra asociación a largo plazo con la India. Y estamos desarrollando la próxima generación de nuestro avión junto con Japón. Y nos hemos unido a los Estados Unidos para ayudar a Australia a construir submarinos de propulsión nuclear con armas convencionales bajo la asociación AUKUS.

Junto con nuestros amigos, el Reino Unido luchará por la apertura y la transparencia en el Indo-Pacífico. En este momento, China está llevando a cabo la mayor acumulación militar en la historia de tiempos de paz. En un período de solo 4 años, entre 2014 y 2018, China lanzó nuevos buques de guerra que excedieron el tonelaje combinado de toda la flota activa de la Royal Navy.

Y como vemos que esto sucede; Mientras observamos la aparición de nuevas bases en el Mar de China Meridional y más allá, nos vemos obligados a preguntarnos: ¿para qué sirve todo esto? ¿Por qué China está haciendo esta colosal inversión militar?

Y si nos queda sacar nuestras propias conclusiones, la prudencia dicta que debemos asumir lo peor. Y sin embargo, por supuesto, podemos estar equivocados: es posible que seamos demasiado cautelosos y demasiado pesimistas.

El Reino Unido y nuestros aliados están preparados para ser abiertos sobre nuestra presencia en el Indo-Pacífico. E insto a China a que sea igualmente abierta sobre la doctrina y la intención detrás de su expansión militar, porque la transparencia seguramente beneficia a todos y el secreto solo puede aumentar el riesgo de un trágico error de cálculo.

Lo que me lleva a Taiwán. La posición de larga data de Gran Bretaña es que queremos ver una solución pacífica de las diferencias a través del Estrecho. Porque aproximadamente la mitad de los portacontenedores del mundo pasan por estas aguas vitales cada año, cargados de mercancías con destino a Europa y los rincones más lejanos del mundo. Taiwán es una democracia próspera y un eslabón crucial en las cadenas de suministro mundiales, en particular para los semiconductores avanzados.

Una guerra a través del Estrecho no solo sería una tragedia humana, sino que destruiría el comercio mundial por valor de 2,6 billones de dólares, según Nikkei Asia. Ningún país podría protegerse de las repercusiones. La distancia no ofrecería protección contra este golpe catastrófico a la economía global, y menos a China sobre todo. Me estremezco al contemplar la ruina humana y financiera que seguiría. Por lo tanto, es esencial que ninguna de las partes tome medidas unilaterales para cambiar el statu quo.

Y el tercer pilar de nuestra política es comprometernos directamente con China, de manera bilateral y multilateral, para preservar y crear relaciones abiertas, constructivas y estables, que reflejen la importancia global de China.

Creemos en una relación comercial y de inversión positiva, al mismo tiempo que evitamos las dependencias en las cadenas de suministro críticas. Queremos que las empresas británicas hagan negocios con China, al igual que lo hacen actualmente las empresas estadounidenses, de la ASEAN, australianas y de la UE, y apoyaremos sus esfuerzos para que los términos funcionen para ambas partes, presionando por un campo de juego equitativo y una competencia más justa.

Tenemos interés en seguir beneficiándonos de la inversión china, pero no queremos que el largo brazo del Partido Comunista Chino alcance el sistema nervioso central de nuestro país. Y en el pasado, no siempre hemos logrado el equilibrio perfecto entre apertura y seguridad. Ahora estamos obteniendo los poderes legales adecuados para salvaguardar lo que debemos y estar abiertos donde podamos.

Sobre todo, debemos estar debidamente capacitados para el desafío, por lo que estamos duplicando nuestra financiación para las capacidades de China en todo el gobierno; hemos asignado los recursos para construir una nueva embajada británica en Beijing, estoy decidido a llegar a un acuerdo con el gobierno de China para que esto pueda continuar.

Por lo tanto, nuestro enfoque hacia China debe combinar todas estas corrientes, protegiendo nuestra seguridad nacional, alineándonos con nuestros amigos, comprometiéndonos y comerciando con China donde convergen nuestros intereses, evitando la política por frases cortas y siempre defendiendo los valores universales que Gran Bretaña aprecia.

Creo fervientemente que no hay inevitabilidades: el futuro es nuestro para darle forma, con el humilde conocimiento de que la forma en que respondamos a este desafío ahora ayudará a definir el mundo moderno.

Gracias.

Publicado el 25 de abril de 2023

Sitio Oficial del Gobierno del Reino Unido de la Gran Bretaña

https://www.gov.uk/government/speeches/our-position-on-china-speech-by-the-foreign-secretary

SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES DEL REINO UNIDO, JAMES CLEVERLY

CHINA ANALIZA EL DISCURSO DEL SECRETARIO DE EXTERIORES INGLÉS

GLOBAL TIMES. Diario del PCCh analiza el discurso del Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, en un artículo de la redacción del 26 de abril. Una cautelosa bienvenida                                    

OPINIÓN  /  REDACCIÓN

Will London truly return to rationality toward China?: Global Times Editorial

https://www.globaltimes.cn/page/202304/1289808.shtml

¿Realmente Londres volverá a la racionalidad hacia China?: Global Times Editorial

Por Global Times Publicado: 26 de abril de 2023 

El secretario de Relaciones Exteriores británico, James Cleverly, dará un discurso político el martes, hora local, en el que planteará, especialmente a los halcones de China en el Partido Conservador, que el Reino Unido debe comprometerse con China en lugar de aislarla en una «nueva guerra fría». y pide relaciones «robustas y constructivas» con China. 

De acuerdo con las palabras compartidas por el departamento de Cleverly antes del discurso, diría en el discurso que «sería claro y fácil, tal vez incluso satisfactorio, para mí declarar una nueva Guerra Fría y decir que nuestro objetivo es aislar a China… Claro , fácil, satisfactorio e incorrecto. Porque sería una traición a nuestro interés nacional y una incomprensión deliberada del mundo moderno».

Hasta cierto punto, esto debe considerarse como una corrección de la línea agresiva del Reino Unido con respecto a China en el pasado y un intento de volver a la tradición diplomática británica equilibrada. Se dice que Cleverly también formularía una versión británica del enfoque triple para las relaciones con China: limitar la participación china en sectores considerados críticos para la seguridad nacional; fortalecer los lazos con los aliados del Indo-Pacífico; y comprometerse con China directamente para promover relaciones estables. Algunos analistas creen que en el ambiente de fuerte hostilidad hacia China en los círculos políticos británicos, los dos primeros están más fuera de la «corrección política» para evitar los ataques de los opositores políticos. Y el tercer punto, es decir, fortalecer el compromiso con China, es lo que más quiere expresar Cleverly.

Aunque la actitud de Londres hacia China está lejos de cambiar, ya que el discurso de Cleverly todavía contiene clichés llenos de mentalidad de la Guerra Fría, sin darse cuenta también señaló la realidad política distorsionada y extremadamente insalubre en el Reino Unido. Algunos británicos están satisfechos con una «nueva guerra fría», mientras que se critica la cooperación con China. Es esta contracorriente la que ha llevado por mal camino las relaciones entre China y el Reino Unido en los últimos años, a esta situación actual. El Reino Unido ha visto primeros ministros rotativos en los últimos años, y han ido endureciendo sus actitudes hacia China, causando graves daños a las relaciones bilaterales.

Después de que el gobierno de Sunak llegó al poder, aparentemente tiene la intención de poner un pie en el freno, y esta voluntad también se reflejó en el discurso de Cleverly. La revisión integrada actualizada de la política exterior y de defensa de Sunak dice que China «plantea un desafío que define una época» en lugar de ser una «amenaza» posicionada por su predecesora Liz Truss, que es una devolución de llamada racional moderada, aunque limitada.

Hablando con franqueza, el Reino Unido posterior al Brexit ha ido demasiado lejos al seguir a los EE. UU. para coordinarse con la estrategia global de este último, haciendo que la gente casi olvide que el Reino Unido es un país con soberanía independiente e intereses nacionales. Esto no le ha traído la influencia y estatus de gran potencia que esperaba, sino el continuo consumo y merma de su competitividad. Un ejemplo típico es que, según una investigación realizada por la ciudad de Londres, Londres perdió su liderazgo exclusivo como el principal centro financiero del mundo por primera vez y empató en el primer lugar con Nueva York. Montándose en los faldones de Estados Unidos, lo que el Reino Unido ha perdido es un mundo más amplio. Cada vez más británicos con amplitud de miras se han dado cuenta de esto.

En términos relativos, los países continentales europeos no están tan profundamente involucrados en la estrategia geopolítica de Washington como el Reino Unido, y se han adaptado antes que el Reino Unido. Desde principios de este año, los intercambios de alto nivel entre China y Europa en varios campos se han reanudado rápidamente, pero el Reino Unido está ausente de estas interacciones. Esto es de alguna manera un estímulo para el Reino Unido, que le ha hecho esperar restaurar los intercambios de alto nivel con China lo antes posible. Inteligentemente reveló que espera visitar China este año. Los países continentales europeos están pensando y explorando cómo mantener un cierto grado de independencia y equilibrio entre China y EE. UU., y se cree que esto también ha tenido un impacto positivo en el Reino Unido. 

Cabe decir que las opiniones de Cleverly sobre China no son realmente «amistosas con China», en el mejor de los casos, solo se puede decir que han vuelto a una vía diplomática relativamente normal. En tiempos de paz, ¿qué país no necesita relaciones «constructivas»? ¿A quién le gustarían formas de comunicación agresivas y acosadoras? Sin embargo, esa lógica normal debe expresarse cuidadosamente en público en el Reino Unido, y quienes dicen esto deben soportar la enorme presión de los miembros del parlamento anti-China. Esto destaca una vez más la duplicidad y la confusión de la política china del Reino Unido, que obviamente no es propicia para el desarrollo de las relaciones entre China y el Reino Unido. 

Este incómodo período de ajustes entre China y el Reino Unido, así como entre China y Europa, aparentemente continuará durante algún tiempo. Damos la bienvenida a los comentarios positivos de Cleverly, al menos se puede ver una pequeña posibilidad de un cambio en las relaciones entre China y el Reino Unido, pero seguimos siendo cautelosos acerca de cuánto se implementará en la política de China del Reino Unido. Aquí, queremos recordarle a Cleverly y a otros políticos europeos un peligro oculto, es decir, deben adherirse estrictamente al principio de una sola China y nunca interferir en la cuestión de Taiwán, que es puramente un asunto interno de China. Esta importancia no puede ser exagerada.

Por Emmanuel Pietrobón 10 DE MARZO DE 2023

Cuanto más grande y concurrido sea un evento, más probable es que sucedan cosas interesantes en el silencio del backstage, en forma de eventos no programados. La ley de Murphy aplicada a los banquetes de relaciones internacionales.

La séptima reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del G20 , India 2023, volvió a confirmar la vigencia de la paradoja: los eventos políticos más importantes ocurrieron en el backstage. La Bilateral Qing-Jaishankar . La pelea Blinken-Lavrov . Y el cara a cara entre Santiago Cafiero y James Cleverly , durante el cual el primero notificó al segundo del final del pacto Foradori-Duncan .

El 2 de marzo de 2023, al rescindir el pacto Foradori-Duncan, Buenos Aires reabrió de facto una de las disputas territoriales más importantes del Hemisferio Occidental, quizás la más importante, y lo hizo de la manera más teatral: en el G20 , la principal plataforma de diálogo Norte-Sur.

El punto de vista de Buenos Aires

Para comprender los orígenes y las razones de la decisión del gobierno argentino de terminar el pacto Foradori-Duncan, un acuerdo de desacuerdo no vinculante firmado en 2016, entrevistamos a Juan Martín González Cabañas, investigador de la UCES y exasesor del MERCOSUR .

Dr. Cabañas, el gobierno argentino ha decidido poner fin unilateralmente al pacto Foradori-Duncan de 2016 sobre el tema Malvinas/Falklands. ¿Puede explicar cómo y por qué se creó el documento? ¿Y cómo lo vivieron los argentinos?

El pacto Foradori-Duncan dispuso que el gobierno argentino renunciara a cualquier discusión seria sobre el diferendo territorial y reclamara la soberanía sobre las Islas Malvinas y los territorios adyacentes en el Atlántico sur, a cambio de una «soberanía ligera» útil para obtener beneficios, sobre todo todos los económicos, de la explotación de los recursos naturales del archipiélago -junto con el Reino Unido- y de las inversiones británicas en el país.

Este pacto, en tanto implicaba una renuncia por parte de Buenos Aires a la discusión de los derechos de soberanía sobre Malvinas y territorios adyacentes, [fue vivido] como una especie de rendición encubierta del gobierno argentino, en la persona de Mauricio Macri, para seguir adelante con la reivindicación de la soberanía argentina sobre el archipiélago.

El sentido del pacto Foradori-Duncan estaba en consonancia con la política exterior de la administración Macri, en el poder entre 2015 y 2019, que tenía una posición más prooccidental -y más atlantista, si se quiere- en comparación con gobiernos anteriores -la El panorama estuvo dominado por el kirchnerismo de 2003 a 2015.

La doctrina de política exterior de Macri, definida por algunos como macrismo, fue un producto típico de la tradición argentina de resignación y subordinación, a través de acuerdos -tácitos y oficiales- con las potencias occidentales. Los patrocinadores del pacto buscaron obtener mayores beneficios económicos, pero también mejorar la imagen del país en la comunidad internacional, dos constantes de la política exterior de Macri.

¿Por qué la decisión de cerrar el capítulo Foradori-Duncan?

Puede decirse que las convicciones, en general, y los objetivos, en particular, del pacto Foradori-Duncan han resultado ineficaces e improductivos, ya que la Argentina no ha obtenido ningún beneficio económico de este cambio de postura, ni su imagen pública ha logrado resultados positivos. y efectos significativos a nivel internacional.

Una primera explicación del hecho ciertamente tiene que ver con la presidencia de Fernández, cuyo gobierno tiene una conformación e identidad política particular, lo que lógicamente significó un cambio de rumbo en materia exterior, y en lo que respecta a los acuerdos de Malvinas, en comparación con el Macri anterior. gobierno.

Desde el final de la guerra de Malvinas hasta hoy, con la única excepción de la década de Carlos Menem, las relaciones bilaterales Argentina-Reino Unido siempre se han caracterizado por un marcado «componente Malvino»; factor que, más de una vez, ha generado fuertes polémicas.

La agenda de Malvinas ha estado en el centro de los gobiernos kirchneristas, que en numerosas ocasiones y en diversos contextos, desde foros multilaterales hasta encuentros entre pares, se han pronunciado sobre la ocupación británica de Malvinas. Pero, como ya se explicó, la posición de Macri sobre Malvinas, y en general sobre las relaciones con Londres, era diametralmente opuesta a la de los kirchneristas.

La política exterior de Argentina volvió a cambiar en 2019, con la toma de posesión de Alberto Fernández como presidente. Estamos hablando de un gobierno con un carácter político ecléctico, que es el resultado de ser una coalición entre fuerzas heterogéneas, lo que se refleja en su agenda exterior.

Dentro de la coalición de Fernández hay exponentes del kirchnerismo, así como simpatizantes del peronismo más ortodoxo, quienes, en ambos casos, están unidos por una visión posoccidental [de las relaciones internacionales] y por la búsqueda de la reescritura del «código geopolítico argentino». «. , es decir, de sus vectores y sus áreas de referencia. En resumen, estas fuerzas anhelan la formulación de una política exterior que pueda ser una alternativa principalmente hacia la vecindad -Sudamérica y el Caribe- y hoy, dados los tiempos cambiantes, hacia el Sur global, los BRICS y Asia.

La decisión de dar por terminado el pacto Foradori-Duncan parece lógica ahora que se ha explicado la visión de la presidencia de Fernández. Lógica que también lleva a cuestionarse por qué la terminación no se produjo antes. Pero aquí entraríamos en el terreno de la especulación.

Una segunda explicación podría tener una lectura electoral. Las elecciones presidenciales argentinas se realizarán este año 2023 y Fernández quisiera ser reelecto. Dada la imagen pública empañada por la pandemia de COVID19 y la negativa situación económica, no se puede descartar a priori el carácter electoral de esta medida.

La causa de Malvinas conmueve a la sociedad argentina, sigue siendo una herida profunda al orgullo nacional y constituye una válida herramienta retórica y práctica para antagonizar a la oposición liberal-conservadora, que nunca ha tenido y no tiene, y quizás nunca tendrá una posición firme ni un interés genuino en la cuestión Malvino.

La salida del pacto Foradori-Duncan también podría interpretarse como un intento de equilibrar el albertismo [ed. la corriente de Fernández] hacia el kirchnerismo, dado que varios exponentes del primero creen que el actual presidente se ha acercado demasiado a Washington, y a Occidente en general, con el acuerdo de deuda de 2022 con el FMI y durante la guerra en Ucrania.

Santiago Cafiero comunicó la decisión sobre el Pacto a su homólogo británico, James Cleverly, durante la Cumbre de Cancilleres del G20, realizada en Nueva Delhi y protagonizada por los BRICS -de la que Buenos Aires quisiera ser parte- . ¿Es una coincidencia que tal movimiento se haya producido en uno de los eventos más icónicos del Sur Global?

La respuesta rápida es: no, no puede considerarse una coincidencia.

Una acción de este tipo, realizada en un contexto similar, tiene un peso simbólico que debe ser adecuadamente tomado en consideración. El G20 tiene un doble carácter: es el principal foro de diálogo entre las potencias occidentales y las principales potencias del Sur global, y es también el lugar donde se reflejan las tensiones y antagonismos entre las primeras y las segundas.

A la luz de las tensiones existentes entre las antiguas potencias coloniales y sus antiguas colonias, entre los miembros del G20, y entre potencias consolidadas y emergentes, no se puede descartar que el gesto tuviera una lectura poscolonial y decolonial, que Argentina quisiera enviar un fuerte mensaje al mundo de los pueblos y potencias emergentes del Sur global.

¿Influyó China en la reapertura del tema Malvino?

No: la medida del gobierno argentino no es resultado de un brazo largo chino . [Las lecturas que verían un complot chino detrás de los hechos] se basan en argumentos paranoicos y prejudiciales contra China, que, además, ignoran la complejidad de la realidad argentina. Para decirlo sin rodeos: la decisión de poner fin al pacto Foradori-Duncan no fue dirigida ni influenciada por Beijing.

El tema Malvino es una causa de toda la nación, muy arraigada en la sociedad argentina, y ha sido una constante en la política exterior de los kirchneristas, que ahora forman parte de la coalición que conforma el actual gobierno argentino. La recuperación de la agenda de Malvinas y Atlántico Sur sirve para trazar una clara y tajante diferenciación entre la actual presidencia y la oposición, Juntos por el Cambio, que suscribió el pacto Foradori-Duncan.

En última instancia, la decisión no fue redactada ni promovida por Beijing. Más bien, puede ser cierto que Argentina ha tenido en cuenta las recientes acciones de China y Rusia, que han expresado posiciones de apoyo a sus reclamos sobre las Malvinas.

¿Cómo podría evolucionar el tema Malvinas/Falklands?

Es muy difícil hipotetizar un escenario futuro con respecto a un tema tan específico y complejo, especialmente si es a largo plazo.

Salvo «eventos sísmicos» capaces de alterar el mundo, es muy poco probable que en el corto y mediano plazo un gobierno británico pueda expresar cierta apertura al diálogo, disposición a negociar el estatuto de Malvinas. Y es igualmente improbable que, en el mismo período, los gobiernos argentinos, especialmente los de corte peronista, kirchnerista o progresista, renuncien públicamente a sus pretensiones de soberanía sobre las Malvinas -a menos que asuman el poder de gobiernos de orientación liberal, como como la de Macri.

El principal problema del actual y futuro gobierno argentino, respecto al tema Malvino, es que el país no tiene, ni tendrá en el corto-mediano plazo, la gama de instrumentos blandos, materiales y duros -diplomacia, economía, ejército, influencia cultural: necesario para presionar lo suficiente al Reino Unido para que revise su posición tradicional sobre la ocupación de las islas. Es cierto, sin embargo, que Argentina puede presumir del apoyo y la simpatía de los pueblos de las potencias emergentes, la mayoría de las cuales tienen un pasado colonial.

Hasta que Argentina cuente con esta gama de instrumentos, la disparidad actual de fortalezas [con el Reino Unido] no cambiará. Aunque la consolidación de potencias emergentes en el ámbito internacional, como China, podría afectar a este equilibrio de poder. Son posibilidades de cambio y oportunidades en función del contexto global, es decir, de la intervención de terceros, que los futuros gobiernos argentinos podrían incluir en sus cálculos.

La mayoría de los expertos en relaciones internacionales y geopolítica coinciden en que la disputa territorial de las Malvinas no tendrá una solución fácil ni predecible en el corto plazo. En parte porque, como señalan algunos, la posición geoestratégica del archipiélago y la presencia de importantes recursos naturales en la zona, como los hidrocarburos, complican aún más la disputa. En parte porque, señalan otros, la posición negociadora de Londres se ha fortalecido gracias a la explotación de los recursos naturales del área y la falta de una estrategia clara de solución por parte de Argentina.

La presencia de China en Argentina, que podría construir un hub logístico en Ushuaia, representa un elemento inquietante dentro de este panorama, complejizando aún más la hipótesis de un escenario prospectivo.

Fuente https://it.insideover.com/politica/arabia-saudita-e-iran-riprendono-relazioni-diplomatiche-decisivo-il-ruolo-della-cina.html

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de DG.

Pepe Escobar  The Saker  3 de Noviembre

Después de que el ataque militar occidental a Sebastopol detuviera brevemente los transportes de grano rusos, Moscú está de vuelta en el negocio con una mano más fuerte y términos más favorables.

Entonces, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, levanta el teléfono y llama a su homólogo ruso, Vladimir Putin: hablemos del “acuerdo de granos”. Putin, sereno, tranquilo y sereno, explica los hechos al sultán:

Primero, la razón por la cual Rusia se retiró del acuerdo de exportación de granos.

En segundo lugar, cómo Moscú busca una investigación seria sobre el ataque -terrorista- a la flota del Mar Negro, que a todos los efectos prácticos parece haber violado el acuerdo.

Y tercero, cómo Kiev debe garantizar que mantendrá el acuerdo, mediado por Turquía y la ONU.

Solo entonces Rusia consideraría volver a la mesa.

Y luego, hoy, 2 de noviembre, el golpe de efecto: el Ministerio de Defensa (MoD) de Rusia anuncia que el país ha vuelto al acuerdo de cereales del Mar Negro, después de recibir las garantías escritas necesarias de Kiev.

El Ministerio de Defensa, de manera bastante diplomática, elogió los «esfuerzos» tanto de Turquía como de la ONU: Kiev se compromete a no utilizar el «Corredor Marítimo Humanitario» para operaciones de combate, y solo de acuerdo con las disposiciones de la Iniciativa del Mar Negro.

Moscú dijo que las garantías son suficientes “por el momento”. Lo que implica que siempre puede cambiar.

Todos se elevan a la persuasión del sultán.

Erdogan debe haber sido extremadamente persuasivo con Kiev. Antes de la llamada telefónica a Putin, el Ministerio de Defensa ruso (MoD) ya había explicado que el ataque a la Flota del Mar Negro fue realizado por 9 drones aéreos y 7 drones navales, más un dron de observación estadounidense RQ-4B Global Hawk que acechaba en el cielo sobre aguas neutras.

El ataque ocurrió al amparo de barcos civiles y tuvo como objetivo barcos rusos que escoltaban el corredor de granos en el perímetro de su responsabilidad, así como la infraestructura de la base rusa en Sebastopol.

El Ministerio de Defensa designó explícitamente a los expertos británicos desplegados en la base de Ochakov en la región de Nikolaev como los diseñadores de esta operación militar.

En el Consejo de Seguridad de la ONU, el representante permanente Vassily Nebenzya se declaró “sorprendido” de que los líderes de la ONU “no solo no condenaran, sino que incluso no expresaran su preocupación por los ataques terroristas”.

Después de afirmar que la operación de Kiev organizada por los británicos en la Flota del Mar Negro “puso fin a la dimensión humanitaria de los acuerdos de Estambul”, Nebenzya también aclaró:

    “Entendemos que la Iniciativa de Granos del Mar Negro, que Rusia, Turquía y Ucrania acordaron bajo la supervisión de la ONU el 22 de julio, no debe implementarse sin Rusia, por lo que no consideramos las decisiones que se tomaron sin nuestra participación como Unión.»

Esto significa, en la práctica, que Moscú “no puede permitir el paso sin trabas de los buques sin nuestra inspección”. La pregunta crucial es cómo y dónde se llevarán a cabo estas inspecciones, ya que Rusia advirtió a la ONU que definitivamente inspeccionará los buques de carga seca en el Mar Negro.

La ONU, por su parte, trató en el mejor de los casos de poner cara de valiente, creyendo que la suspensión de Rusia es “temporal” y esperando dar la bienvenida a “su equipo altamente profesional” al Centro de Coordinación Conjunta.

Según el jefe humanitario Martin Griffiths, la ONU también proclama estar “lista para abordar las preocupaciones”. Y eso tiene que ser pronto, porque el acuerdo llega a su punto de extensión de 120 días el 19 de noviembre.

Bueno, «abordar las preocupaciones» no es exactamente el caso. El Representante Permanente Adjunto de Rusia, Dmitry Polyansky, dijo que en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, las naciones occidentales simplemente no podían negar su participación en el ataque de Sebastopol; en cambio, simplemente culparon a Rusia.

Todo el camino a Odessa

Antes de la llamada telefónica con Erdogan, Putin ya había señalado que “el 34 por ciento del grano exportado en virtud del acuerdo va a Turquía, el 35 por ciento a los países de la UE y solo el 3-4 por ciento a los países más pobres. ¿Es esto por lo que hicimos todo?

Eso es correcto. Por ejemplo, 1,8 millones de toneladas de cereales fueron a España; 1,3 millones de toneladas a Turquía; y 0,86 millones de toneladas a Italia. Por el contrario, solo 0,067 toneladas se destinaron a Yemen «hambriento» y 0,04 toneladas a Afganistán «hambriento».

Putin dejó muy claro que Moscú no se retiraba del acuerdo de granos, sino que sólo suspendía su participación.

Y como otro gesto de buena voluntad, Moscú anunció que enviaría 500.000 toneladas de grano de forma gratuita a las naciones más pobres, en un esfuerzo por reemplazar la cantidad total que Ucrania debería haber podido exportar.

Durante todo este tiempo, Erdogan maniobró hábilmente para transmitir la impresión de que estaba ocupando un terreno más alto: incluso si Rusia se comporta de manera «indecisa», como lo definió, seguiremos adelante con el acuerdo de granos.

Entonces, parece que Moscú estaba siendo puesto a prueba por la ONU y por Ankara, que resulta ser el principal beneficiario del acuerdo de granos y claramente se está beneficiando de este corredor económico. Los barcos continúan saliendo desde Odessa hacia puertos turcos, principalmente Estambul, sin el consentimiento de Moscú. Se esperaba que fueran «filtrados» por Rusia cuando regresaran a Odessa.

El medio de presión rusa inmediato se desató en poco tiempo: evitar que Odessa se convirtiera en un nodo de infraestructura terrorista. Esto significa visitas constantes de misiles de crucero.

Bueno, los rusos ya han “visitado” la base de Ochakov ocupada por Kiev y los expertos británicos. Ochakov, entre Nikolaev y Odessa, se construyó en 2017, con aportes estadounidenses clave.

Las unidades británicas que participaron en el sabotaje de Nord Streams -según Moscú- son las mismas que planificaron la operación Sebastopol. Ochakov es constantemente espiado y, a veces, expulsado de las posiciones que los rusos despejaron el mes pasado a solo 8 km al sur, en el extremo de la península de Kinburn. Y, sin embargo, la base no ha sido totalmente destruida.

Para reforzar el “mensaje”, la verdadera respuesta al ataque a Sebastopol ha sido las implacables “visitas” de esta semana a la infraestructura eléctrica de Ucrania; si se mantiene, prácticamente toda Ucrania pronto se sumergirá en la oscuridad.

Cerrando el Mar Negro

El ataque a Sebastopol puede haber sido el catalizador que condujo a un movimiento ruso para cerrar el Mar Negro, con Odessa convertida en una prioridad absoluta para el ejército ruso. Hay serios rumores en toda Rusia sobre por qué Russophone Odessa no había sido objeto de un ataque preciso antes.

La infraestructura superior para las Fuerzas Especiales de Ucrania y los asesores británicos se encuentra en Odessa y Nikolaev. Ahora no hay duda de que estos serán destruidos.

Incluso con el acuerdo de granos en teoría de nuevo en marcha, es inútil esperar que Kiev cumpla con cualquier acuerdo. Después de todo, todas las decisiones importantes las toman Washington o los británicos en la OTAN. Al igual que bombardear el Puente de Crimea y luego los Nord Streams, el ataque a la Flota del Mar Negro fue diseñado como una seria provocación.

Sin embargo, los brillantes diseñadores parecen tener un coeficiente intelectual más bajo que las temperaturas del refrigerador: cada respuesta rusa siempre hunde a Ucrania más profundamente en un agujero ineludible, y ahora literalmente negro.

El acuerdo de granos parecía ser una especie de ganar-ganar. Kiev no volvería a contaminar los puertos del Mar Negro después de que fueran desminados. Turquía se convirtió en un centro de transporte de granos para las naciones más pobres (en realidad no fue eso lo que sucedió: el principal beneficiario fue la UE). Y se suavizaron las sanciones a Rusia sobre la exportación de productos agrícolas y fertilizantes.

Esto fue, en principio, un impulso para las exportaciones rusas. Al final no funcionó porque muchos jugadores estaban preocupados por posibles sanciones secundarias.

Es importante recordar que el acuerdo de granos del Mar Negro es en realidad dos acuerdos: Kiev firmó un acuerdo con Turquía y la ONU, y Rusia firmó un acuerdo por separado con Turquía.

El corredor para los transportadores de granos tiene solo 2 km de ancho. Los dragaminas se mueven en paralelo a lo largo del corredor. Los barcos son inspeccionados por Ankara. Así que el acuerdo Kiev-Ankara-ONU sigue vigente. No tiene nada que ver con Rusia, que en este caso no escolta ni inspecciona los cargamentos.

Lo que cambia con Rusia “suspendiendo” su propio acuerdo con Ankara y la ONU es que, a partir de ahora, Moscú puede proceder de la forma que considere adecuada para neutralizar las amenazas terroristas e incluso invadir y apoderarse de los puertos ucranianos: eso no representará una violación de la tratar con Ankara y la ONU.

Entonces, en este sentido, es un cambio de juego.

Parece que Erdogan entendió completamente lo que estaba en juego y le dijo a Kiev en términos inequívocos que se comportara. Sin embargo, no hay garantía de que las potencias occidentales no presenten otra provocación en el Mar Negro. Lo que significa que tarde o temprano, tal vez para la primavera de 2023, el General Armageddon tendrá que presentar los productos. Eso se traduce como avanzar hasta Odessa

Nuestro compañero de Dossier Geopolitico el Mgtr. Gonzalo Fiori Vianni, realizó en este mes de octubre un viaje de investigación y estudio al Reino Unido de la Gran Bretaña y realizó un breve análisis de lo que pudo ver in situ sobre la realidad socio-política que se vive en ese reino, cuyo mayor paradigma es saber que con la muerte de Isabel II fue simbólico y muestra de un fin de la historia y de la decadencia de la rubia albión y que la mayoría de los habitantes del archipiélago lo sienten así…Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

El Reino Unido vive en zozobra desde hace un largo tiempo. La crisis económica y la desesperanza son consecuencias de un sistema de acumulación permanente y los últimos gobiernos que ni siquiera terminan sus mandatos.

Por Gonzalo Fiore Viani, desde Londres, publicado en La tinta, quien autoriza la publicacion en Dossier Geopolitico 

El crítico británico Mark Fisher afirmaba que existe una desaceleración en la invención y la creatividad de la cultura popular en el siglo XXI, cuya consecuencia fue la aceleración del consumo y lo retro y lo repetitivo como la norma cultural de un presente aletargado. Fisher murió en 2017, siendo uno de los escritores más brillantes de su generación.

El británico leyó como nadie un mundo fragmentado y espectral, donde la esperanza de futuro parecía cada vez más lejos. Su prosa y su lectura de la realidad nos sirven como telón de fondo para lo que está pasando en gran parte del mundo, pero con especial hincapié en Europa y el Reino Unido.

Fisher reflexionaba sobre el slogan de la primera campaña de Margaret Thatcher: “No hay alternativa”. El autor se preguntaba si eso efectivamente era así y si el gran triunfo del “capitalismo realmente existente” no había sido desterrar todo tipo de alternativa posible al sistema. Hoy, ya no se sabe muy bien qué es ese “sistema”, ya que el mundo atraviesa un momento bisagra, de transformaciones profundas, cuyo fin no está del todo claro.

Para muchos británicos y británicas, en la actualidad, resuenan las palabras de despedida de Johnny Rotten, en Winterland, en 1978: “¿Alguna vez tuvieron la sensación de haber sido engañados?”. Las promesas de futuro parecen haber ido a parar al basurero de la historia.

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Con Steve y Kerry, dos londinenses de edad relativamente avanzada a los que conocí de casualidad, nos perdemos en un día particularmente lluvioso, durante dos horas, en el cementerio de Highgate, ubicado en los suburbios del norte londinense. Intentamos localizar la primera tumba de Karl Marx. Se da la particularidad de que el legendario pensador alemán tiene dos. La primera, la que más visitantes atrae, con un busto majestuoso, fue construida en 1954 y donada por sus seguidores. No obstante, esa no es la tumba donde su mecenas y amigo más íntimo, Friederich Engels, brindó un encendido discurso el 17 de marzo de 1883 a las tres menos cuarto de la tarde, en el que afirmó: “El más grande pensador de nuestros días dejó de pensar”.

Esa tumba original no está en el camino señalizado. Para encontrarla, hay que atravesar decenas o cientos de otras tumbas antiguas, muchas de ellas que cuentan con casi 200 años.

Inglaterra tumba Marx la-tinta

De casualidad, nos encontramos la morada del historiador Eric Hobsbawm y otra, bastante más moderna y con un busto de diferente estilo, pero igual de impresionante que la de Marx. Es la de otro pensador: Malcolm McClaren, el artífice de todo el movimiento punk y uno de los grandes gamechangers de las reglas de juego del negocio del entretenimiento.


Encontramos la tumba de Marx gracias a dos turistas alemanes. Uno de ellos es un niño, que muy amablemente nos conduce hasta allí. Es tradición, quien sabe por qué, dejar monedas de una libra sobre la vieja lápida, partida en varios pedazos cuando trasladaron su cuerpo. En el camino, Steve y Kerry, que inmediatamente demuestran tener un conocimiento enciclopédico del rock y la cultura popular británica de los últimos 50 años, me cuentan que ambos están jubilados, pero que consideran volver a trabajar, porque la plata cada vez “alcanza menos y todo sube”.


No deja de ser curiosa esta conversación mientras caminamos entre las tumbas de personas como Marx, McClaren o Hobsbawm, agitadores sociales a su manera, que desafiaron el “no hay alternativa” del realismo capitalista al que se refería Fisher o intentaron subvertir sus reglas, sin demasiado éxito.

Jamás sabremos qué hubiera escrito Fischer sobre este presente tan gris, con la aniquilación nuclear nuevamente como posibilidad real y el arte y la música mainstream en un nivel de escapismo total, sin reflejar absolutamente nada sobre la situación que atraviesa el mundo.

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Sam tiene poco más de 50 años, aunque aparenta mucho menos. Todos los días, visita el mismo pub y, si puede, se sienta en el mismo lugar. Parece el típico inglés, tan cínico como desencantado con todo. Apenas se saca el piloto, agarra de su bolsillo un diario con un crucigrama. No le interesa la guerra en Ucrania ni la política. Cuando le comento que soy argentino, sin mencionar de manera explícita la cuestión Malvinas, insulta de todas las formas posibles a Thatcher, a quien la mayoría del pueblo británico ve como la artífice de una decadencia social que todavía no remonta.

Como tantos otros, Sam fue un habitué de las oficinas de desempleo durante la década de 1980 y vio la disgregación del tejido social británico, el país con el primer y uno de los más robustos Estados de bienestar hasta 1970. Gran parte de la gente en Inglaterra creyó que el Brexit podría devolver parte de la grandeza perdida.

El desencanto fue rápido. Tras la dimisión forzada del explosivo Boris Johnson, Liz Truss quizás sea la primera ministra más impopular o que mayor “indiferentes” provoca en los y las británicas en décadas.

La crisis energética, política y social que atraviesa Europa golpea al Reino Unido de manera particular. Cerca del centro de Londres, se ven calles oscuras, sin iluminación: se ahorra en alumbrado público, en energía de los edificios oficiales o en las tiendas más céntricas. El mensaje es claro: la época de la abundancia terminó y habrá que hacer sacrificios.

En los pubs, hay un tema que sobrevuela en las charlas: la inflación. Por primera vez en un año, la tasa anual de crecimiento de los precios cayó desde el 10,1 por ciento en julio al 9,9 por ciento en agosto. Esa cifra se encuentra, además, por debajo de las expectativas de los analistas, que auguraban un 10,2 por ciento, lo que también provocó un debilitamiento notable de la libra esterlina. Sin embargo, la “sensación” parece ser otra. Y hay una frase que no deja de escucharse en todas partes: “Todo sube, todo se va para arriba”.

En agosto, la inflación alcanzó su máximo histórico de los últimos 40 años. Los economistas esperan que la inflación vuelva a repuntar hacia finales de año, augurando además que el Banco de Inglaterra deberá subir las tasas, lo que retroalimentará el fenómeno. Reino Unido se encuentra entre las siete economías avanzadas con mayor inflación del mundo, aunque es superada por España y los Países Bajos.

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Las huelgas de trenes ya son moneda corriente. El 8 de octubre, cerca de 40.000 miembros del sindicato RMT, de la red Network Railse, se movilizaron para reclamar aumentos salariales y mejores condiciones de trabajo para hacer frente a la inflación. Esto provocó que el tráfico fuera un caos: encontrar un taxi era imposible y la única manera viable de moverse en la ciudad fue a pie o en subte.

Como consecuencia de la crisis, los sindicatos se encuentran en pie de guerra. En el corto plazo, se espera que la Confederación de Sindicatos Británicos convoque a una huelga general masiva, lo que podría significar la más importante y multitudinaria desde las protestas de los mineros, en el período 1984-1985.

La crisis todavía no ha tocado fondo -o techo- y lejos parece la posibilidad de regresar a la crisis terminal del país durante la década de 1970, que desembocó en la llegada de Thatcher. Sin embargo, la sensación permanente en las conversaciones es que lo que viene, al menos en el mediano plazo, será mucho peor que el pasado reciente.

Inglaterra huelga ferroviarios la-tinta

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La banda sonora de este Londres fragmentado, con distintas capas de cebolla, sobre todo en la noche y en su feeling, tiene más que ver con el oscuro dubstep de Burial o los experimentos ambient de The Caretaker que con el britpop y la cool britannia, que tan bien representaron la esperanza juvenil post Thatcher de la segunda mitad de la década de 1990. Estos artistas pueden ser agrupados vagamente en lo que se llama hauntology. Es decir, un término que Fisher junto a su amigo y también crítico británico, Simon Reynolds, comenzaron a utilizar cerca de 2005 para describir a una red dispersa de músicos, en su mayoría británicos, entre los que destacaban los artistas de los sellos Ghost Box (The Focus Group, Belbury Poly, The Advisor Circle y otros), Mordant Music y Moon Wiring Club. Todos estos grupos exploran una parte de la nostalgia británica vinculada a la programación televisiva de las décadas de 1960 y 1970, una adicción de la cultura pop británica a su propio pasado, en palabras de Fisher.

Para el crítico británico Jon Savage, los Sex Pistols ofrecieron “optimismo disfrazado de cinismo, desatando emociones poderosas detrás de una fachada sarcástica”. El descontento actual parece tener poco que ver con aquel de la explosión punk y mucho más con el de su lánguido final. Aunque, según Reynolds, la música no necesariamente refleja el zeitgeist como lo hizo durante los setenta, ochenta y noventa. Es un momentum donde el “optimismo disfrazado de cinismo” dio paso directamente a una desesperanza total.

La sensación “espectral” que tan bien reproduce la música hauntológica -si se permite el neologismo- representa bastante de lo que está sucediendo no solo en Inglaterra, sino en gran parte del mundo occidental. A diferencia del cinismo de escritores como Michel Houellebecq, esta espectralidad no “culpa” a nadie de los males del mundo. En tiempos de crisis económica, de nula representación política, con una guerra en plena Europa y amenazas nucleares, no podría esperarse otra cosa.

La Tinta: https://latinta.com.ar/2022/10/londres-mark-fisher/?fbclid=IwAR046DLT3c5tSCXa1uNDkYcd4TvYujLHq-9vLxR_NPSBox1IJhN2DFTLyLU

NUNCA TE OLVIDAREMOS… que descanses en paz” es el título de la columna del Club de La Pluma de Eduardo Bonugli, colaborador de Dossier Geopolítico en Madrid, acompañando a la actualidad europea, en su más espectacular escenario monárquico y fúnebre por el fallecimiento de la Reina de Inglaterra, ante una impresionante cobertura mediática que pretende -al parecer- imponer un luto planetario e imperial, omitiendo la verdad horrorosa de su reinado y recurriendo a lamentos oportunistas y elogios tan fáciles como falsos, en medio de un escandaloso ejercicio de obsecuencia y sobreactuación.

Un relato humanista y emotivo, cargado de historia y recuerdos por los 70 años de reinado de la fallecida, en un viaje por el ayer, donde repasa los bombardeos de Plaza de Mayo, la Revolución Libertadora y la Guerra de Las Malvinas en Argentina, y cómo millones de latinoamericanos padecieron los golpes militares de Videla, Pinochet y otros dictadores. Hechos horribles que fueron parte fundamental de la estrategia internacional de Inglaterra, como también las penurias económicas provocadas por el robo descarado de sus recursos naturales a lo largo del cruel y largo reinado de quien fuera nada menos que la jefa de la Iglesia Anglicana.

Además, resume simbólicamente en una lágrima a tantos y tantos pueblos del mundo arrasados durante siglos por el poder anglosajón, destacando la «industrializaron» de la esclavitud con la que destrozó a millones de seres humanos y a toda África, con un castigo tan espeluznante como irreparable. Mientras la familia Winsor fue acaparando una de las mayores riquezas del mundo y protagonizando innumerables escándalos impunes “por la gracia de Dios y por su sangre azul”.

Por ello, nuestro colaborador, en medio del eco de opulencia monárquica y ante el doloroso peso de la realidad histórica, se inclina finalmente ante el simbólico lecho de de cada una de las millones de victimas del reinado de esta señora, para decirles con el corazón en la mano…
”NUNCA TE OLVIDAREMOS… que descanses en paz”

.Carlos Pereyra Mele
Director de Dossier Geopolítico