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A pesar de las concesiones que hizo, en el documento final de la cumbre CELAC-Unión Europea el bloque latinoamericano y caribeño sentó importantes premisas para su próximo desarrollo

por Eduardo J. Vior
analista internacional

Cuando un documento internacional cosecha al mismo tiempo elogios y críticas de tirios y troyanos, es porque no dice nada o porque todos metieron la cuchara. Este último es el caso del documento final de la Reunión Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC). Hay de todo como en botica, pero en una síntesis futbolera se lo puede calificar con un 2 a 1: la UE metió la referencia a la guerra en Ucrania, pero los países latinoamericanos y caribeños impusieron sus puntos de vista en temas urticantes y restablecieron la supremacía de la Carta de las Naciones Unidas y de las declaraciones de derechos humanos. Más allá de la foto grupal, esta Cumbre confirmó la decadencia europea y el creciente papel de una América Latina y Caribe aún muy descoordinada. Para saldar este encuentro, hay que analizarlo en función de su contexto, sus prolegómenos y estas negociaciones.

La primera cumbre conjunta de los países de la Unión Europea (UE) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) desde 2015 se realizó el lunes y martes pasados en Bruselas tras largos meses de ardua búsqueda de consensos. Con el trasfondo de la crisis postpandemia y la guerra en Ucrania, la Unión Europea buscaba reconstruir sus cadenas productivas, antes dirigidas a Rusia y China, pero, sobre todo, quiso embarcar a nuestra región en su seguimiento de la estrategia norteamericana para Ucrania e imponer a nuestras delegaciones una invitación a Volodymir Zelenski que fue rechazada de plano.

Para peor, la negativa australiana a negociar con la Comisión Europea un acuerdo de libre comercio (CE) que llegó la semana pasada fue un duro golpe para los planes de Bruselas. Para terminar, también la semana pasada Marruecos dejó caer sin renovación la autorización a buques de la UE para pescar en los caladeros del reino en el Atlántico. Probablemente beneficie ahora a los británicos, quienes después la subastan al mejor postor. Esta acumulación de derrotas debilitó la posición negociadora de los europeos. Así, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, llegaron a la cumbre con la cabeza gacha.

La desautorización de UE se intensificó con las manifestaciones de Lula –más bien las que no hizo- en la inauguración de la conferencia el pasado lunes por la tarde. “La guerra en Ucrania es una confirmación más de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no está a la altura de los actuales desafíos a la paz y la seguridad. Sus propios miembros no respetan la Carta de la ONU”, dijo Lula y añadió que es “inaplazable” reformar el modelo de gobernanza mundial, ya que el sistema actual “perpetúa las asimetrías” y “aumenta la inestabilidad”. Particularmente socialistas y socialdemócratas esperaban una manifestación de solidaridad de su compañero de ultramar, pero éste, primero, es brasileño, segundo, latinoamericano y, tercero, aspira a tener un lugar en la nueva gobernanza global y lo demostró.

Esta situación táctica se reflejó en la redacción del Documento Final. Así, aunque en el apartado 2 se hace referencia a los “valores e intereses comunes” entre ambas regiones, mientras que en el punto 4 se resalta el vínculo entre la UE y las naciones del Caribe, en el número 5 se manifiesta el interés compartido en el acuerdo que negocian las excolonias de África, Asia y el Caribe con la UE. Particularmente estos últimos estados han presentado formalmente un Plan de Reparaciones por los tres siglos de esclavitud sufridos a manos de los europeos que éstos debieron considerar. Del acuerdo con todas las excolonias británicas, francesas y neerlandesas espera Bruselas una solución sin costos al reclamo caribeño.

Sin embargo, a juicio de este columnista el punto más relevante del documento es la fundamentación jurídica que se dio a la cooperación entre ambas regiones: “7. Reafirmamos los valores compartidos (…) cimentados en los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho internacional, en particular los principios de soberanía, libre determinación, no intervención en los asuntos que corresponden fundamentalmente a la jurisdicción nacional de los Estados y no recurso, en las relaciones internacionales, a la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial.” Se inserta el respeto a la integridad territorial (que vale para Ucrania, pero también para el reclamo argentino sobre Malvinas), pero se acabó el casuístico “orden internacional basado en reglas” tan pregonado por la diplomacia norteamericana y europea y se restableció el imperio del Derecho Internacional y de la Carta de la ONU.

Esta vuelta a la normalidad en las relaciones interestatales se reafirma en el punto siguiente: “8. Setenta y cinco años después de la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos y treinta años después de la adopción de la Declaración y el Programa de Acción de Viena, el Estado de Derecho y los derechos humanos —ya sean civiles, políticos, económicos, sociales o culturales, incluido el derecho al desarrollo, son considerados todos ellos universales, indivisibles e interdependientes.” La reivindicación de estas bases jurídicas olvidadas en décadas recientes brinda a nuestra región una importante plataforma para su integración y sus relaciones con otros actores internacionales.

Consecuentemente, en los puntos 9 y 10 se reivindican los derechos de los pueblos indígenas y se reconoce (a confesión de parte relevo de prueba) el sufrimiento infligido por Europa a los millones de esclavos que cruzaron forzadamente el Atlántico. Especialmente se acota que CELAC presentó los diez puntos del Plan de Reparación de los países del Caribe.

El punto 11 representa una victoria histórica de la causa cubana: “(…) sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba, recordamos nuestra oposición a las disposiciones legales y reglamentarias con efecto extraterritorial.” ¿Habrán considerado los burócratas europeos que esta oposición se extiende a todo tipo de sanciones internacionales?

Nuestro país alcanzó un triunfo indiscutible con la referencia a las Malvinas: “13. En cuanto a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas, la Unión Europea ha tomado nota de la posición histórica de la CELAC, basada en la importancia del diálogo y el respeto del Derecho internacional en la solución pacífica de controversias.” Y completa: “14. Reafirmamos además nuestra adhesión fundamental a todos los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas, en particular la igualdad soberana de todos los Estados y el respeto de su integridad territorial y su independencia política, así como la solución de controversias por medios pacíficos y de conformidad con los principios de justicia y de Derecho internacional.” Como informó el subsecretario para Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de Cancillería, Guillermo Carmona, este encuadramiento de la disputa con Gran Bretaña como “territorio en disputa” revalida la discusión sobre la soberanía, pero, además, autoriza a Argentina a cuestionar en los organismos supervisores de la Convención sobre el Derecho del Mar las prácticas predatorias de la pesca en las inmediaciones de la milla 201.

Si bien el apartado 15 manifiesta que “Expresamos nuestra profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania,” en el segundo párrafo encuadra esta mención en el marco de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional y reafirma el multilateralismo como un método de resolución de los conflictos internacionales más allá de la guerra en curso.

El apoyo al proceso de paz en Colombia (punto 39) y al proceso de diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición es un importante espaldarazo para los respectivos gobiernos y tiende los puentes para negociaciones futuras. El resto del documento se explaya en una serie de cuestiones particulares.

En síntesis, este texto puede considerarse una victoria por puntos de los países latinoamericanos y caribeños, que lograron quebrar el dogmatismo imperante en la diplomacia occidental y devolver vigencia a principios básicos del Derecho internacional y del sistema de las Naciones Unidas que los estados del norte habían largamente abandonado. Por supuesto que hicieron importantes concesiones, pero así es la diplomacia. Sentadas las bases, valen también para otros procesos de negociación.

Antes de su participación en el foro Lula se reunió con la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, quien anunció que el bloque movilizará hasta 2027 50.600 millones de euros en inversiones en América Latina y el Caribe a través de la estrategia Global Gateway, para financiar proyectos de infraestructura. La UE y la CELAC han acordado priorizar sectores y cadenas de valor que van desde la energía limpia y materias primas críticas hasta la salud y educación. Algunos de los proyectos ya están en marcha, otros dependen de financiadores privados. Habrá que ver cuánto se cumple de lo prometido. Por otra parte, dada la baja institucionalidad de la CELAC, falta determinar quién seleccionará los proyectos y quién canalizará los fondos.

Todos los participantes en la cumbre estuvieron pendientes de las tratativas al margen sobre el acuerdo de libre comercio entre el bloque europeo y el Mercosur, parrafeado en 2019, pero todavía con varias cuestiones abiertas y otras que se abren cada tanto. Después de 27 años de negociaciones, el rechazo al acuerdo de la Asamblea Nacional francesa y el cariz intervencionista que, especialmente, alemanes y franceses dieron a su enfoque sobre la deforestación de la Amazonía, inducen a prever que el acuerdo finalmente no sea firmado, con el consecuente descrédito de la diplomacia europea.

Una mención especial requiere el memorando de cooperación firmado el lunes por la presidenta de la Comisión Europea y el presidente Alberto Fernández. Según comentó Von der Leyen tras la firma, el memorando tiene como objetivo “desarrollar industrias estratégicas” en nuestro país, “desde las renovables hasta el hidrógeno”. Sólo una evaluación detallada de cada ítem del documento y la definición de cuál y cómo será la participación del trabajo y la inversión nacional en estos proyectos permitirá evaluar su utilidad.

Tanto durante la preparación de la Cumbre como durante su desarrollo fueron evidentes la insistencia de los representantes de la CELAC en ser tratados en pie de igualdad y la dificultad extrema que los europeos tienen en entender la diferencia de visiones entre ambas regiones, la corresponsabilidad de sus miembros en el atraso de nuestros países y que, tras tres décadas de ausencia, no pueden esperar ahora, que necesitan nuestros recursos, que los recibamos con los brazos abiertos.

Es poco probable que esta Cumbre tenga continuidad, ya que los caminos de ambas regiones divergen mucho. Europa está completamente sometida a la estrategia norteamericana de guerra contra el bloque euroasiático, ha aceptado sacrificar su desarrollo y su bienestar en aras de esta orientación y no está en condiciones, ni materiales ni ideológicas, de cooperar en plano de igualdad con otras regiones del globo. Los países latinoamericanos y caribeños, por su parte, a pesar de sus enormes diferencias, han encontrado en China un socio e interlocutor mucho más efectivo y respetuoso. No obstante, seguramente se desarrollarán algunas de las iniciativas planteadas en la reunión y en el documento final, particularmente las referidas a las energías renovables y a la movilidad eléctrica, pero ya serán sólo proyectos bilaterales entre países o con empresas.

Por el contrario, más allá de que se descontinúe el proceso de cooperación entre los bloques…,

…el documento firmado encierra un enorme potencial para las futuras relaciones intra- y extracomunitarias de CELAC….

…La reafirmación del Derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y de todas las declaraciones internacionales de los derechos humanos sienta las bases de una plataforma común para el imprescindible desarrollo organizativo de la Comunidad y sus relaciones con otros actores internacionales. Si para algo sirvió la Cumbre de Bruselas, fue para esto.

Articulo publicado en TELAM el autor autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

En su columna del Club de La Pluma de esta semana, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, abarca importantes asuntos geopolíticos mundiales, que una vez analizados, demuestran que una cosa es lo que le parece a Occidente y otra, lo que realmente es.

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Y comienza señalando y lamentando la matanza sin fin y sin sentido de los jóvenes soldados ucranianos, por imposición de la OTAN, para mantener activo el conflicto y para una contraofensiva que lleva ya un mes de fracasos y cuyos avances solo se miden en metros. Siendo ya Ucrania un ESTADO FALLIDO, que ha perdido la mitad de su población y que sobrevivirá solo hasta que Occidente deje de enviar armas y de financiar su administración.

Luego analiza los escandalosos crímenes de Israel en Palestina en sus desproporcionadas invasiones a los campamentos de refugiados, ante el silencio de la “Comunidad Internacional” y sin sufrir jamás las famosas sanciones  occidentales en nombre de las “reglas y valores del mundo libre”, a pesar del incumplimiento de las resoluciones de la ONU.

También se refiere a la próxima cumbre entre la CELAC y la UE, para informar que en paralelo y como alternativa a la misma, se realiza La Cumbre de los Pueblos en Europa, en la que se fijará la posición sobre los acuerdos que se lleguen en aquella reunión, y dónde Pereyra Mele ha hablado sobre la “Geopolítica de los Recursos Naturales, y la importancia y la lucha por los mismos en nuestros continentes”. De tal exposición se informará en breve en la Web de Dossier Geopolítico.

Además nos cuenta los planes de EEUU e Inglaterra PARA DESESTABILIZAR SURAMÉRICA, sacados a la luz por el periodista Daniel Symcha, con una gran cantidad de información y documentos oficiales, que dan cuenta cómo éstas potencias crean conflictividad en nuestro subcontinente y entre sus pueblos, poniendo trabas a la integración y generando políticas que anulen el proyecto de La Patria Grande. Ante la importancia y trascendencia de estos documentos, nuestro director recomienda la imprescindible lectura de los mismos, publicados ya en Dossier Geopolítico.

Y aborda el tema: MIGRACIÓN, FRANCIA Y EUROPA donde desglosa las recientes protestas en Francia, recordando que desde ésta columna y desde hace 15 años, se sostiene que “el verdadero Talón de Aquiles de Europa es su demografía.” Y desmenuza en profundidad los antecedentes del asunto, sus causas y sus consecuencias, la crónica falta de soluciones y hasta la posible influencia, en los violentos hechos de ex yihadistas retornados a su Francia natal, luego de la derrota en Siria. Lo que deriva en el análisis del CRECIMIENTO DE LAS MAFIAS EN EUROPA con el asentamiento de bandas búlgaras, kosovares, ucranianas y de otros países balcánicos, que hoy en día conforman los principales carteles de droga, tráfico humano, de órganos y de todo elementos ligado a la criminalidad. Con el agravante de que hay posibilidades de que muchas de las armas destinadas a Ucrania están volviendo a Europa, pero en manos de estos mafiosos.

Y cómo elemento geopolítico central del audio, desmenuza una noticia espectacular: CHINA SANCIONA A EEUU al prohibir vender a Norteamérica los minerales de Galio y Germanio, elementos fundamentales para la fabricación de chips, lo que significa casi “un jaque mate” a Washington dentro de la guerra económica entre ambas potencias y que le obligará a frenar la producción de chips y a tratar de obtenerlos en otros orígenes, en un plazo que realmente Estados Unidos ni Occidente tienen.

Eduardo Bonugli (Madrid, 09/07/23)

SANTIAGO –  El mes de junio se despide y deja un panorama mundial dominado cada vez más por intereses geopolíticos que obligan a los gobiernos de América Latina a diversos grados de alineamiento o inserción internacional, con el telón de fondo de una renovada Guerra Fría que transcurre a la grupa de la crisis del multilateralismo.

El domingo 25, ante la rebelión del grupo Wagner contra el gobierno de Rusia, los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Nicaragua, Daniel Ortega, emitieron mensajes de respaldo y solidaridad para “el compañero Vladimir Putin” y calificaron de terrorista la acción de los mercenarios encabezados por el millonario Yevgueni Prigozhin.

Ese mismo día, el progresista Bernardo Arévalo daba la sorpresa en las elecciones presidenciales de Guatemala, al clasificar para la segunda vuelta junto a la conservadora Sandra Torres, en unos comicios que se preveían controlados por la derecha donde las encuestas no le daban ninguna chance.

La 53 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) culminó el día 23 en Washington sin acuerdos trascendentales, y con la ausencia de los cancilleres de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Honduras y México, en una clara manifestación de cuestionamiento al papel actual de la entidad hemisférica y a su secretario general, el uruguayo Luis Almagro.

Pocos antes, el sábado 17, finalizaba en La Habana la gira del presidente de Irán, Ebrahim Raisí, por Venezuela, Nicaragua y Cuba, precisamente los tres países que están excluidos o autoexcluidos de la OEA y que comparten con Teherán la condición de enemigos de los Estados Unidos.

El factor China

El 12 de junio la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, se reunió en Beijing con el presidente chino Xi Jinping, para firmar una serie de acuerdos de cooperación y ayuda. Ambos países abrieron relaciones diplomáticas en marzo, en un nuevo avance de la política de China de extender su influencia en América Central y aislar diplomáticamente a Taiwán.

Una semana antes, en una reunión de la subcomisión para el Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el Departamento de Estado recibió críticas de la oposición republicana por la política hemisférica del gobierno demócrata.

“Es mi opinión que el presidente Joe Biden ha aprovechado todas las oportunidades para ignorar a nuestros aliados en América Latina», dijo la congresista María Elvira Salazar, quien presidió la audiencia, según reportó la Voz de América.

Otros representantes republicanos acusaron al gobierno demócrata de pasividad ante un gobernante “socialista” como el colombiano Gustavo Petro y ante la “corrupta” administración argentina de Alberto Fernández, y reclamaron apoyo para los gobiernos de Guatemala, República Dominicana y El Salvador.

Las políticas estadounidenses hacia la región se han concentrado en los temas migratorios y marcan continuidad de Donald Trump a Biden en lo que respecta a las sanciones contra Cuba, Venezuela y Nicaragua, mientras la declarada guerra comercial contra China no registra avances, y más bien retrocesos en los mercados latinoamericanos.

El comercio chino con América Latina que ascendía a 12.000 millones de dólares en el año 2000, aumentó a más de 430.000 millones de dólares en 2021 y hoy por hoy China es el principal socio comercial de las cuatro mayores economías de Sudamérica: Brasil, Argentina, Colombia y Chile.

Ucrania: paz y no armas

La guerra ruso-ucraniana ha sido también un campo de ensayo para que Estados Unidos, principal actor de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), pueda calibrar su influencia en la región, otrora una estrecha aliada en temas militares.

Si bien la mayoría de los gobiernos latinoamericanos condenaron la invasión de Rusia a Ucrania en la Asamblea General de Naciones Unidas, no prestaron oídos a las demandas de Washington de apoyar con armamentos a Kiev e ignoraron las ofertas de Biden de reemplazarles el armamento ruso que entregarán por modernas armas estadounidenses.

Las negativas más tajantes a ese respecto fueron las del colombiano Petro, el argentino Fernández y el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quienes manifestaron que están por la paz y no por un escalamiento del conflicto.

Ya hace un año se evidenciaron factores de distanciamiento entre Estados Unidos y América Latina, con ocasión de la novena Cumbre de las Américas, que tuvo lugar en Los Ángeles entre el 6 y el 10 de junio de 2022.

El gobierno de Biden, como organizador, excluyó de esa reunión a Cuba, Nicaragua y Venezuela. Como protesta, se abstuvieron de asistir los presidentes Manuel López Obrador, de México, y Luis Arce, de Bolivia, y la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.

El movedizo escenario latinoamericano de junio tuvo como preámbulo a finales de mayo la cita de doce gobernantes que organizó en Brasilia el presidente Lula, con el objetivo de reactivar Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas), que significó el regreso de Colombia a esa instancia y una suerte de rehabilitación diplomática de Venezuela.

Maduro llegó a ese encuentro precedido de una recuperación económica gracias al aumento de las exportaciones petroleras por la guerra en Ucrania, del fracaso del proyecto del gobierno paralelo opositor que encabezó Juan Guaidó, de la normalización de las relaciones con Colombia y de un acuerdo con el la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos de monitoreo de la situación de las libertades fundamentales en Venezuela.

La discrepancia que el presidente chileno Gabriel Boric planteó ante la mayoría de sus pares sudamericanos, en cuanto a mantener una postura crítica ante el gobierno de Maduro por la situación de los derechos humanos, evidenció fisuras en lo que algunos consideran un bloque de izquierda en América Latina.

En el escenario de influencias geopolíticas e intereses comerciales no es fácil abrir un espacio ancho a los derechos humanos y las críticas en esta materia alcanza tanto a los incondicionales de Estados Unidos como a los que buscan alianzas con Putin, China o con el gobierno teocrático de Irán y su represión a los derechos de las mujeres.

No obstante, en la región se asiste hoy a un ciclo progresista, que plantea un giro con respecto a tres años atrás, cuando gobiernos conservadores y derechistas daban vida con la bendición de la secretaría general de la OEA al Grupo de Lima, hoy desaparecido.

El protagonismo que ha ganado Brasil con Lula podría redundar en una mayor adscripción latinoamericana a esfuerzos para poner en cuestión el actual orden económico internacional con sus respectivas implicaciones políticas.

No en vano, México aspira también a ser parte de las grandes economías emergentes que hoy se agrupan bajo el acrónimo de los BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que en agosto próximo tendrá su cita cumbre en este último país.

¿Cuánto durará este ciclo progresista? ¿Prosperarán los intentos de levantar una divisa alternativa al dólar? ¿Habrá un renacer potente y efectivo del no alineamiento? Son preguntas abiertas, de las cuales América Latina es parte.

ED: EG

FUENTE IPS NOTICIAS: https://ipsnoticias.net/2023/06/america-latina-en-los-vaivenes-de-la-geopolitica/ 

Cristian Galindo de Radio Sputnik entrevista a Pereyra Mele

El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, podría ser retirado de su cargo tras tener «infracciones éticas e irregularidades», según como lo señalan varios legisladores del Congreso de EEUU, quienes han pedido que se sancione y destituya al funcionario de la OEA, si se comprueban las acusaciones.

En una carta presentada al secretario de Estado de los EEUU, Antony Blinken y al embajador para la OEA Francisco Mora, por los congresistas estadounidenses, se solicita que se intensifiquen las investigaciones que se llevan en contra del secretario general de la OEA.

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A Almagro se le acusa de haber promovido asensos y beneficios a una funcionaria, de quien se dice tenía relaciones sentimentales con el director de la OEA, por lo que se habría violado el reglamento ético de esta entidad.

Pero esto no sería por lo único que se le estaría juzgando a Almagro, esto debido a los señalamientos en su contra por ser el responsable de la crisis política en Bolivia en el año 2019, cuando el funcionario declaró que en el país se había cometido un fraude electoral, lo que resulto en la destitución forzada del presidente Evo Morales, como se describe en el documento.

Además de otros escándalos que vinculan a Luis Almagro con la corrupción institucional y con anteriores lideres latinoamericanos.

Pero igualmente, el retiro de Almagro podría utilizarse como propaganda para cambiar la ya mala imagen de esta organización ante los países de América Latina, quienes ven a la CELAC mejores ventajas de integración sin la influencia de Washington.

Pero para ver un poco más sobre este tema, tenemos en nuestro espacio al Director de Dossier Geopolítico, al señor Carlos Pereyra Mele, quien nos explicara más respecto a esta situación.

«Es evidente que el desgaste de este hombre (Luis Almagro), ha sido tremendo, pues como todos sabemos ha apoyado absolutamente todas las fórmulas que ha presentado EEUU contra los gobiernos latinoamericanos que no se doblegan totalmente ante sus distintas posiciones, (…). Por lo tanto creo que EEUU está intentando lavarse la cara, lavarse las manos, de personajes que realmente no le son ya útiles, o no le pueden ser útiles en los organismos que ellos controlan y dominan», menciono Carlos Pereyra Mele.

Y agrego «mediante esa fórmula, le daría una nueva pincelada, una nueva cara a esta OEA, que evidente es un organismo como todos los organismos creados luego de la segunda guerra mundial, simplemente para funcionar dentro del esquema de la guerra fría».

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, adelanta el inicio de la temporada 2023 de su columna del Club de La Pluma atendiendo a las circunstancias gravísimas del momento y a los profundos cambios estratégicos y geopolíticos que se están produciendo en el mundo, con EEUU presionando para arrastrar a las naciones a sus guerras proxys y amenazándolas con que: “… están conmigo o sin migo”

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Y es que durante estas semanas, el frente de la guerra en Europa ha dado varios vuelcos decisorios, nada favorables al eje anglosajón y a sus 30 países subordinados. Mientras la madre historia nos recuerda que contra Napoleón, Rusia llegó hasta París, y que contra Hitler lo hizo hasta Berlín. Por lo que  es muy posible que -pronto o más tarde- la capital de Ucrania padezca el mismo destino, cumpliéndose la lógica trágica de que todo país periférico utilizado como herramienta de Washington, termina siempre siendo “el pato de la boda”. Y dejando en evidencia a este “Oxidente” sin ideas y sin doctrina, que ha entrado en un callejón sin salida y con pocas posibilidades de éxito.

Sobre América del Sur, Pereyra Mele nos relata la ola de indignación por las descaradas declaraciones de la general Laura Richardson, jefa del comando Sur de EEUU, quién ha advertido a los suramericanos sobre cuáles son los intereses estratégicos que tiene su país en la región y cuáles son las riquezas naturales que no pueden estar disponible para adversarios suyos, en una actuación prepotente contraria a toda diplomacia y dejando claro que se sienten dueños absolutos de esta parte del mundo.
Luego reconoce que el continente sigue estando en conflictividad como quedó demostrado con la banda de forajidos terroristas en Brasilia, con el apoyo de algunos miembros de las fuerzas armadas y de sectores económicos, lo que viene a demostrar que “nada está atado ni nada es seguro en nuestra región.

Y continúa su relato por Perú y sus movilizaciones populares contra el gobierno ilegítimo que ya ha asesinado a 60 personas. Nos habla del fuerte apoyo de la embajada norteamericana al gobierno de facto, de las próximas maniobras militares conjuntas entre las fuerzas armadas peruana y norteamericana, del fuerte desprestigio del ejecutivo de Dina Boluarte y de todo el parlamento, y del intento de culpar a Bolivia del levantamiento popular en su contra, dando oxígeno a los sectores duros de derecha y pro yanki que agitan la llamada “Media Luna Boliviana”.

Finalmente, nuestro director se explaya en la trascendental cumbre reciente de la CELAC en Buenos Aires, con un protagonismo central del presidente Lula, que dio lugar a importantes e históricos acuerdos que darían un paso gigantesco en la unión regional y que nos transformaría en un actor principal, con autonomía y poder propio para tener presencia en los grandes escenarios geopolíticos donde se está reconfigurando el nuevo orden multipolar.
Quizás y paradójicamente, el éxito y la trascendencia de la cumbre de la CELAC quedó demostrada en la cantidad de ridiculeces y tonterías lanzadas por la oposición descerebrada de la Argentina, siempre funcional a los intereses imperiales de EEUU.

Eduardo Bonugli (Madrid, 29/01/23)